Por Jhon Valdiglesias*

El pasado 25 de abril el gobierno peruano se adhirió a la Iniciativa de la Franja y la Ruta en el II Foro de Cooperación Internacional de la Franja y la Ruta celebrado en China, a través de la firma de un memorándum de entendimiento. Con ello se espera que las inversiones chinas aumenten considerablemente en territorio peruano, dado que este proyecto se centra en la construcción de vías marítimas y terrestres (y abre la posibilidad de rutas aéreas a través del ingreso de aerolíneas chinas) para la conectividad para el comercio, la inversión y cooperación entre los países miembros de esta iniciativa. Son muchos países que ya forman parte de este acuerdo y se estima que posee un potencial de abarcar el 70% de la población mundial. Chile que también forma parte de esta iniciativa, desde fines del año pasado, ha sumado propuesta de paquetes de inversiones tecnológicas que beneficiarían a su economía.

Es importante destacar algunas críticas que presenta esta iniciativa. La más importante se centra en la llamada “Trampa del Endeudamiento”; que resalta el caso de muchos países que han participado en megaproyectos de construcción de infraestructura propuestos por China; pero que han quedado endeudados por la construcción de este proyecto; destacando el caso de Sri Lanka. Por tanto, es necesario una mayor selección de proyectos que prioricen aquellos casos que ofrezcan un mayor retorno a los países con menores recursos y que forman parte de la Franja y la Ruta. Recientemente, el Perú tuvo una decepción en la construcción de un tren rápido que iba a cruzar desde Brasil hasta el Pacífico que principalmente apuntaba a beneficiar el comercio entre China y Brasil, pero que iba a requerir un endeudamiento del Estado peruano por una suma alrededor de 60 000 millones de dólares.  

En ese contexto, el gobierno peruano tiene un gran desafío que consiste el aprovechar la experiencia de las empresas chinas en el área de la construcción de infraestructura como caminos, puentes, trenes, etc. Para esto nuestras autoridades deben seleccionar los proyectos más rentables para poder hacer frente a la generación de endeudamiento que trae esta iniciativa. A su vez, se tiene el ejemplo de Chile en proponer otros proyectos de inversión de alta tecnología como energías renovables, fibra óptica, etc. El tema de la burocracia y la corrupción también representa un obstáculo para aprovechar esta nueva oportunidad. Por tanto, no se puede pretender que con la firma del memorándum de entendimiento se halla obtenido un logro si las autoridades peruanas asumen los retos planteados en este artículo.

 

*PhD (c) en Economia, University of International Business and Economics. Beijing, China
Master en Estudios Asiaticos, especialidad en China, National Chengchi University, Taiwan
Licenciado en Economia, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima
http://jvoysa.blogspot.com/