Resultado contempla efectos no recurrentes por el valor total de R$ 1,5 mil millones.

Braskem, la mayor petroquímica de América y líder en la producción de biopolímeros, registró un EBITDA de R$ 2,77 mil millones en el primer trimestre de 2019, un crecimiento del 45% con relación al último trimestre de 2018 y del 5% sobre el mismo periodo del año pasado. En dólares, el EBITDA fue de US$ 729 millones, una caída del 11% en la comparación con el mismo trimestre del año pasado.

Estos resultados fueron impactos por efectos no recurrentes como los ingresos por PIS/COFINS pagados de más entre enero de 2012 y febrero de 2017 y la reversión de provisiones relacionadas con la Cuenta de Desarrollo Energético y con el Régimen Especial de la Industria Química (REIQ). Sin estos efectos, el EBITDA fue de US$ 336 millones, una caída del 16% y del 60%, respectivamente, con relación al 4T y al 1T de 2018.

“El primer trimestre se mostró desafiante debido a los menores spreads petroquímicos en el mercado internacional dada la revisión de crecimiento de la economía global para el año 2019”, afirma el presidente de Braskem, Fernando Musa. “En este escenario, seguiremos enfocados con nuestra estrategia de actuación para superar los desafíos globales del ciclo petroquímico”, completa Musa refiriéndose a la diversificación geográfica y a la base de materia prima equilibrada entre nafta y gas.

Los ingresos netos por ventas de Braskem alcanzaron R$ 13 mil millones en el primer trimestre de 2019, prácticamente en línea con los registrados en el mismo periodo del año pasado. La ganancia neta de la compañía fue de R$ 1,03 mil millones, con lo que se revierte la pérdida de R$ 78 millones observada en el trimestre anterior y manteniéndose en línea con el primer trimestre del año pasado.

Del lado operativo, la tasa de uso de las centrales petroquímicas en Brasil fue del 88% en el primer trimestre, 2% menos que el mismo trimestre del año pasado debido a problemas operativos. En Estados Unidos y en Europa fue del 90%, superior al 4T18 debido a la normalización del flujo logístico en Europa, sin embargo, fue inferior al mismo periodo del año pasado debido a paradas no programadas. En México, la tasa de uso de las plantas de polietileno fue del 79%, 6% más que el 4T18 debido al mayor suministro de etano en el periodo.

Mercado de resinas

La demanda de resinas en el mercado brasileño fue de 1,4 millones de toneladas, 7,8% y 4,2% superior al cuarto trimestre y al primer trimestre del año pasado, respectivamente, debido al movimiento de reabastecimiento ocurrido en el periodo. Las ventas de resinas de Braskem totalizaron 878 mil toneladas, 10% más que el último trimestre del año pasado y superior al crecimiento del mercado. La participación de mercado de Braskem quedó en 64% en dicho periodo.

En el primer trimestre de 2019, la compañía exportó de Brasil 356 mil toneladas de resinas, un crecimiento del 16% con relación al cuarto trimestre de 2018. En contraste, en Estados Unidos, la demanda de polipropileno fue inferior debido al alto nivel de stock en la cadena y al pobre desempeño del segmento de fibras textiles.

En Europa, la demanda se recuperó en el trimestre y el mercado mostró crecimiento principalmente debido a una anticipación de la temporada de paradas programadas que sucederá en el segundo trimestre de este año. Por su parte, en México, la demanda de polietileno fue de 504 mil toneladas, una retracción del 8% con relación al mismo periodo del año anterior, debido a la reducción de las inversiones pública y privada y a la desaceleración del crecimiento económico.

Inversión y competitividad

Los planes de expansión de Braskem siguen avanzando. La empresa ya concluyó el 56,2% de la inversión total prevista para construir la nueva planta de polipropileno en Estados Unidos, la sexta unidad industrial de esta resina en el país. Ya se aportaron US$ 426 millones en la nueva unidad, que debe comenzar a operar en 2020. 

Además, durante la Feiplastic, la más grande feria del plástico en Latinoamérica, Braskem anunció una nueva solución para el mercado de embalajes conocida como stand-up pouch monomaterial, producto que facilita el proceso de reciclado de los materiales, al contener solamente una materia prima. Este lanzamiento hecho de polietileno y en alianza con Antilhas Flexíveis está dirigido al segmento de cosméticos y alimentos.

Adicionalmente, Braskem lanzó una nueva solución que une la resina posconsumo proveniente de la logística reversa de bolsas de la empresa al Polietileno Verde (I’m green™). La materia prima trae el concepto de cero emisiones de gas carbónico, ya que la emisión de CO2 durante el proceso de reciclado es compensada por la fijación del gas durante el proceso de producción del polietileno verde.