Avanzamos en cinco de 12 indicadores, referido a derechos de los trabajadores, la proporción de sueldos y salarios entre mujeres y varones, políticas activas del mercado laboral, entre otros. Estos resultados reflejan las condiciones precarias de empleo en Perú como el subempleo, condición que afecta a 7,3 millones de personas.
Entre 141 economías, el Perú se ubicó en el puesto 77 en el pilar Mercado Laboral del ranking de Competitividad Global del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), retrocediendo así cinco posiciones respecto al año 2018, informó el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima.
“Dicho resultado revela una posición bastante rezagada y que conlleva un bajo puntaje de 59 sobre un máximo óptimo de 100, nivel este último que implica un ideal donde el mercado laboral dejaría de ser una restricción al crecimiento de la productividad como lo es ahora”, manifestó César Peñaranda, director ejecutivo del IEDEP de la CCL.
De los 12 indicadores que comprende el pilar del Mercado Laboral del WEF, Perú logró avanzar en cinco, específicamente en: derechos a los trabajadores (73 puntos), políticas activas del mercado laboral (20,5 puntos), confianza en la gestión profesional (52,1 puntos), proporción de sueldos y salarios de mujeres respecto a varones (57,6 puntos) y costos de despidos (84,6 puntos).
En tanto, en los indicadores sobre relaciones de cooperación entre empleador y empleado, y tasa de impuesto laboral no presentaron variaciones respecto al 2018.
En cambio se reportaron retrocesos en cinco indicadores, donde destacan las caídas en flexibilidad en la determinación del salario y prácticas de contratación y despido en -1,2 y -3,5 puntos, respectivamente.
Así también existen caídas en la facilidad de contratar trabajadores extranjeros, pagos y productividad y movilidad laboral interna.
“Esta desfavorable evolución se refleja en las condiciones precarias de empleo en Perú como el subempleado, desempleado oculto e informal”, precisó Peñaranda.
SUBEMPLEO E INFORMALIDAD LABORAL
Precisamente a nivel nacional, se observó que en segundo trimestre de 2019 existen 7,38 millones de personas en condición de subempleo, representando al 42,3% de la Población Económicamente Activa (PEA).
En el 2018 se reportó que 14 regiones registraron tasas de subempleo superiores al 50% de su PEA. Estas son Piura, Junín, Áncash, San Martín, Cusco, Loreto, Pasco, Apurímac, Ayacucho, Huánuco, Puno, Amazonas, Cajamarca y Huancavelica. “Según el área geográfica, el subempleo es mayor en el ámbito rural (72,9% de la PEA) en comparación al urbano (35,4%) y predomina en la zona sierra (57,3%) y selva (56,1%) en comparación con la costa (32,9%)”, indicó el economista.
Asimismo, la informalidad laboral se observa en distintos tipos de empresas, según su tamaño. Por ejemplo, en aquellas entre 1 y 10 trabajadores, esta condición alcanza al 91%; entre 11 y 50 trabajadores al 54%; entre 51 y 100 al 33%, y más de 100 al 16%.
MAYOR ESFUERZO PRESUPUESTAL
Con todo lo expuesto César Peñaranda afirmó que es necesario contar con programas presupuestales que apunten a fortalecer el mercado laboral, pues el presupuesto público 2020 si bien cuenta con 149 importantes programas presupuestales solo tres abordan este tema.
Por ejemplo: el “Fortalecimiento de las Condiciones Laborales”, programa que se alinea a la política de empleo adecuado cuyo objetivo central es incrementar la tasa de la PEA ocupada en el régimen privado con adecuadas condiciones laborales. Dicho PP se implementó en el 2013 y actualmente su presupuesto bordea los S/ 180 millones y según el Proyecto del Presupuesto 2020 espera superar los S/ 191 millones.
“Para enfrentar estos problemas laborales se debe buscar corregir los temas centrales que afectan al empleo formal; sin perjuicio de ello es conveniente mayor presupuesto y en especial eficacia en el manejo de los programas del ejecutivo para reducir la brecha en habilidades técnico-productivas entre los trabajadores”, anotó Peñaranda.