galeria comercialLos clientes son la pieza fundamental de tu negocio. Puedes tener los mejores productos y el local más moderno, pero si nadie compra tu mercadería no llegarás a cumplir tus metas. Por eso, cuando un cliente llega, ¡cuídalo como oro!

Es importante, para empezar, que conozcas cómo actúa el cliente actual. Este busca tener una relación cercana con el proveedor y mantenerla si se siente cómodo. Tu tarea, en este aspecto, es darle seguridad y confianza para que no mire hacia otro lado. El Consultorio Financiero de Mibanco te aconseja cómo reforzar esta confianza con tus clientes:

  1. Cumple tus promesas: si le vas a ofrecer algo, ¡piensa antes de hacerlo! Tienes que estar seguro de que podrás cumplir, si no, el cliente te castigará. Por ejemplo, si pactan una fecha de entrega, el pedido debe llegar el mismo día en que quedaron y si prometiste cierto material para el producto, deben ser tal cual lo mostraste. Recuerda: si un cliente no está satisfecho, puede espantar a otros potenciales clientes.
  2. Da garantías: tus clientes se sentirán más seguros si tienes políticas de devolución para tus productos. Hará que sientan que tu negocio se hace responsable por algún desperfecto. No todos los negocios lo hacen, puede ser tu marca diferencial. 
  3. Ofrece productos de prueba: los productos de prueba ayudan a que el cliente conozca el producto que está comprando y tome una decisión más informada. Cuando las compras son al por mayor, el comprador quiere sentirse seguros de la calidad y el acabado antes de hacer la compra. Si ofreces una muestra, mostrarás que eres el más confiable del rubro. Recuerda: es algo que tú también pedirías a tu proveedor.
  4. Pide la opinión de tus clientes: pedir comentarios a tus clientes, escucharlos, resolver sus dudas y preocupaciones, hace que se sientan importantes. Y te beneficia, ya que así recolectas información valiosa para mejorar tu negocio.
  5. Sé sincero: una conversación abierta es la mejor forma de resolver problemas. Siempre di la verdad: cuando sepas que no podrás cumplir, conversa y vuelve a negociar, aunque te cueste perder algo de dinero. Olvida la vieja práctica de “meter floro” o “mecer” para ganar tiempo, nada molesta más a las personas.