Autor: Francisco J. Miranda Avalos, Presidente de la J. Directiva de la ONG Oannes

Una crisis sectorial aguda persiste desde hace años en la más importante pesquería del mundo, con un potencial de producción acuícola inmenso. Las pesquerías peruanas no solo luchan por lograr su sostenibilidad, clave para su futuro, sino también contra una larga historia de incomprensiones, mitos, falta de visión de futuro y regulaciones enredadas, que son un legado de los distintos administradores que han querido corregir lo que jamás entendieron, en una venenosa superposición política sobre los aspectos técnicos que deberían gobernar un sector tan complejo.

anchoveta embarcacion

 

Lo sucedido con el IMARPE y el irresponsable Decreto de Urgencia de la Ministra Barrios, pone sobre la mesa el tema de la difícil construcción de la institucionalidad pública del país y particularmente la del sector pesca y acuicultura. 

Pero toda esta cadena de acontecimientos, no comenzó con este gobierno, sino con gobiernos anteriores. Desde el Fujimorato que permitió hacer harina y aceite de pescado de anchoveta entera, cuando antes para hacer estos subproductos era un requisito tener una fábrica de conservas o de congelado. Pasando por la fusión que el gobierno Aprista hizo del Centro de Entrenamiento Pesquero con el Fondepes y la destrucción del Instituto Tecnológico Pesquero, en aras de la “diversificación productiva” del gobierno de Humala, que convirtió a esta prestigiosa institución de investigación y desarrollo de productos, en lo que es hoy el Centro de Innovación Tecnológica Pesquera del Callao, un CITE más de toda una inmensa red de CITEs contralada por el nuevo Instituto Tecnológico de la Producción, que robo el nombre y una marca de prestigio internacional al Instituto Tecnológico Pesquero (ITP). Aunque ya no se pueda dar marcha atrás, confiamos en que los CITEs por fin comiencen a levantar cabeza.

El estado impulsa la construcción de organismos gobernados por Consejos Directivos público-privados y la selección de los puestos directivos clave, a través de concursos de mérito, pretendiendo constituir organismos públicos con un esquema corporativo y consultivo, incorporando a la sociedad para que los puestos no estén basados en los criterios de “confianza política” del ministro o autoridad de turno. 

Sin embargo estos mecanismos son falibles, el gran ejemplo es SANIPES; institución que fue creada para ser gobernada por un Consejo Directivo y por un presidente, seleccionado a través de un concurso de mérito. El elegido, un científico y no por ello experto en administración publica o sanidad pesquera, cometió una larga lista de errores que perjudicó a la industria conservera, obligando al presidente Vizcarra a “quitarle la confianza” y finalmente se optó por regresar al mecanismo de nombrar al presidente del SANIPES “a dedo”, dejando de lado la meritocracia y a su Consejo Directivo. Fue insólito lo que vimos todos los peruanos cuando se publicó el video en que el entonces ministro Córdova, ofrecía la cabeza del Viceministro Héctor Soldi a los pescadores artesanales, que no querían su cabeza, sino la del presidente de SANIPES. 

Barrios, a inicios del año sorprendió a muchos emitiendo una Resolución Ministerial que daba por concluida la designación del Director Ejecutivo del Programa Nacional de Innovación en Pesca y Acuicultura (PNIPA), elegido por concurso público. Un programa que caminaba con los más altos estándares de calidad, teniendo la mejor ejecución del presupuesto de inversión de PRODUCE durante el 2019. Y no le importo en absoluto el Consejo Directivo del PNIPA, así como lo estipulado en el contrato de préstamo entre Banco Mundial y el estado Peruano, ni el Manual de Operaciones de dicho programa. 

El concurso de mérito para elegir al presidente de IMARPE, es algo que todos parecen creer es un paso hacia la meritocracia como mecanismo de construcción de la institucionalidad en el sector, pero las letras “chiquitas” del Decreto de Urgencia, nos dicen que con solo quitarle la confianza, el PRODUCE en manos de esta ministra o cualquiera que venga después, puede destituir al presidente del IMARPE si le resulta políticamente antipático. ¿Dónde está la institucionalidad? 

El IMARPE y la pesca formal tienen cifras contundentes en sus últimos 19 años. Nos tomamos el trabajo de hacer lo que debería hacer un buen periodista, aunque no lo somos, y revisamos la estadística de la pesca de anchoveta de los últimos 19 años; nos concentramos en la biomasa calculada por el IMARPE en la primera y segunda temporada, la cuota de máxima de captura de la primera y segunda temporada y la captura de la primera y segunda temporada y lo anualizamos. 

El resultado fue que entre el 2001 y el 2019 el promedio anual de biomasa calculada por el IMARPE (1ra + 2da temporada) fue de 15.5 Millones de Toneladas.

El promedio anual de cuota de captura recomendada (1ra + 2da temporada) por el IMARPE fue 5.12 Millones de Toneladas, que representan un promedio del 33.74% del total de la biomasa estimada.

El promedio anual de capturas de la flota formal (1ra + 2da temporada) ha sido de 4.8 Millones de toneladas, que representan una captura promedio anual del orden del 92.02% del promedio de la cuota autorizada.

 

En el periodo del 2001 al 2019, en 19 años de manejo de la anchoveta, el promedio de captura de las empresas pesqueras ha sido inferior al de cuota autorizada, esto significa que no ha habido sobrepesca en un total de 19 años. Y que una biomasa promedio anual de 15.5 Millones de Toneladas, es una biomasa muy saludable. Nosotros le haríamos un monumento al IMARPE. Internacionalmente ha sido reconocido por diferentes entidades científicas, pero como nadie es profeta en su tierra, un tonto periodista se da el lujo de tergiversar las cosas y desprestigiar a una gran institución científica. 

La crisis de administración del sector está presente. El desvío de anchoveta destinada al Consumo Humano Directo (CHD) para la producción de harina de pescado es una problemática que inhibe la innovación, genera graves perjuicios para la economía, el medio ambiente y la sostenibilidad de los recursos marinos. Es un actor, que sin pagar impuestos, ha ganado mucho dinero en este juego y ahora quiere imponer sus condiciones. Solo entre el 2014 y el 2016 se produjeron 90 mil toneladas de harina ilegal en todo el Perú. Sería interesante saber ¿Cuanta harina ilegal se ha producido entre el 2016 y el 2019? 

El desarrollo de la acuicultura y otras crianzas de animales demandan alimento balanceado y esta demanda está creciendo. La harina de pescado es el insumo principal y una de las fuentes más importantes de proteínas en la formulación. Además del contrabando a Ecuador, existe una demanda interna creciente de harina de pescado que la industria formal no abastece y ha encontrado en la producción ilegal su abastecimiento. 

Pero esto no es nuevo para nosotros, desde hace mucho tiempo que venimos diciendo que la potencialidad acuícola del Perú es enorme y que mientras otros países se preocupan por buscar sustitutos a la harina y al aceite de pescado, el Perú no debería preocuparse por esto ya que es el más grande productor de este ingrediente marino. Algo que además entrelaza el desarrollo futuro de la pesca y la acuicultura nacional, y no es comprendido por los administradores de turno. A veces nos preguntamos si el ministro de la producción debería llegar a este puesto mediante un concurso de mérito. 

La industria formal dedicada al CHI, da trabajo a miles de personas (incluso a pescadores artesanales que temporalmente se convierten en industriales) paga impuestos, derechos de pesca, diversos conceptos adicionales incluyendo el control satelital de sus embarcaciones, genera divisas, mueve una actividad indirecta millonaria, cuenta con barcos modernos con sistemas de conservación eficientes, tiene reglas de seguridad para el trabajo en el mar, cuenta con diversas certificaciones internacionales, sus trabajadores y tripulantes tienen beneficios sociales, respetan las vedas y cuotas asignadas, se preocupan por la investigación del recurso para asegurar la sostenibilidad de la pesquería y la pesquería tiene estadísticas accesibles que permiten cuantificar su actividad en el tiempo. A diferencia de la pesquería ilegal, todo es transparente. 

Continuando con la revisión de algunas cifras, encontramos otros datos interesantes que vale la pena mencionar para este análisis. Por ejemplo, durante el gobierno del presidente Humala se dio la cuota de captura más baja en 15 años, esto es fácil de demostrar. 

Si comparamos la biomasa total de anchoveta estimada por el IMARPE durante los periodos de la gestión de los presidentes Toledo (75,910 TM), García (75,976 TM) y Humala (76,913 TM) que es muy similar, nos encontramos que mientras durante el gobierno de Toledo, la cuota total permisible de captura fue un 43% de la biomasa estimada, en el caso del gobierno de García un 34%, pero durante el periodo Humalista fue de 24%. 

La actual ministra Barrios, fue viceministra de pesca y acuicultura durante el periodo de Humala, un presidente que acuso a la industria pesquera de CHI de depredar la anchoveta, aunque quien depreda la anchoveta como ya hemos dicho, es quien está fuera de control como el ilegal. Y resulta más que curioso que Alexis Humala, fuese en ese entonces propietario de barcos artesanales y de pequeña escala, un sector que tiene evidente interés por destinar su pesca al procesamiento de harina, en lugar del CHD y que desde hace tiempo viene promoviendo el incremento de cuota para este destino (CHD).

También resulta más que curioso que precisamente durante el gobierno de Humala el actual director ejecutivo científico de IMARPE, Renato Guevara, fuese retirado sin sustento de la institución; reincorporándose en el 2016. Y ahora la actual ministra lo incluye junto con otros 14 científicos del IMARPE en una acusación penal sin pies ni cabeza, en la que presume un contubernio entre científicos del IMARPE y las empresas pesqueras formales, para falsear una información que permita tener una mayor cuota, en un momento en que el mercado se encuentra a la baja, por la abundancia de stocks del principal comprador peruano; la China. 

No parece “casual” que durante la gestión de la señora Barrios como viceministra de pesca y acuicultura durante el gobierno de Humala se derogase el DS 003-2008 PRODUCE, que permitía ventanas de penetración en la zona sur, mediante un régimen especial de pesca para pescar la anchoveta del stock sur, que por la especial configuración de la costa sur, retorna dentro de las cinco millas a Chile donde es pescada por la industria chilena, desde la primera milla y con una talla inferior a la regulación que tenemos en el Perú. Lo curioso es que las ONGs “proteccionistas” en Chile, nunca han dicho nada al respecto. En Chile además, se usa el jurel y la caballa para hacer harina de pescado con pescado entero. 

Nosotros no creemos que exista una crisis en el manejo de la anchoveta en el Perú, ni tampoco una distorsión malintencionada de la información sobre la pesquería. Más de 50 años de investigación del IMARPE, con científicos que ha costado mucho al Perú formar, nos dicen todo lo contrario. Creemos que los distintos gobiernos (para ser justo, algunos más que otros) han sido incapaces de poner en orden la pesquería nacional generando una crisis de años que no permite que se desarrolle y beneficie a todos los peruanos. 

Algunos personajes que han gestionado y gestionan la pesquería hasta hoy, parecen más enemigos de la industria formal; que de la ilegal, la informal, o de los intereses Chilenos. Incluso el mismo presidente parece compartir este pensamiento, o no hubiera ratificado a la ministra. 

La crisis persiste a nivel de la administración y en el próximo futuro, parece que se acrecentara. En los últimos días, barcos en campaña de pesca de jurel y caballa detectaron grandes cardúmenes de anchoveta. Como en años anteriores, es muy probable que el crucero de verano reporte más de 10 millones de toneladas de biomasa. Pero para salir a pescar anchoveta en Abril del 2020, hay que determinar si el desove ya concluyo; y hacer una estimación de la biomasa. Recién con este informe se calculara la cuota permisible de captura. Pero esa información se obtiene con el crucero eco-acústico que debería salir este 15 de Febrero. Sin embargo ahora hay una denuncia penal a 15 científicos que son precisamente los que cuentan con la experiencia y el conocimiento en la evaluación de recursos, que han puesto su cargo a disposición y no saldrán al crucero. Esta insólita situación retrasara la fecha de inicio de la primera temporada centro norte del 2020 con las consiguientes pérdidas para el sector. 

Una campaña de prensa vigente pretende convertir diálogos coloquiales entre colegas biólogos, que intercambian opiniones y tratan de entender lo que pasa con el recurso; en un contubernio delictivo, olvidando por completo que la información científica no es confidencial ni reservada, por el contrario debe ser compartida para intercambiar ideas e hipótesis, en eso se basa el conocimiento científico. 

Destrozar el prestigio de un científico es fácil, pero formar uno lleva años; la ministra está destruyendo a todo un equipo de investigación que ha costado al estado formar en muchos años y además mucho dinero. Barrios irresponsablemente está contribuyendo a una larga crisis por la que todos los pesqueros claman por un ministerio de pesca y acuicultura dirigido por gente técnica en la materia.

 La ciencia es la columna vertebral de una pesquería responsable que busca la sostenibilidad de un recurso como la anchoveta ¿Y ahora, quien hará oportunamente la evaluación de la biomasa para la primera temporada 2020?

 

http://www.oannes.org.pe/editorial/crisis-en-la-pesca/, 14.02.2020

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