CCL espera que Corea del Sur mejore su oferta de acceso al mercado

III Ronda de Negociaciones para un acuerdo comercial entre Perú y Corea se inicia el lunes 29 de junio en Seúl


En vísperas de iniciarse la tercera ronda de negociaciones que nos conducirá a un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Perú y Corea del Sur, la Cámara de Comercio de Lima plantea la necesidad de que el país asiático mejore su oferta de acceso al mercado, sobre todo en aquellos productos que son de interés peruano, como es el caso de algunas partidas pesqueras y agrícolas.


Para la CCL, es necesario que para tal fin, los negociadores peruanos no asuman compromisos que luego se deban extender a otros socios o incluir el uso de mecanismos de defensa comercial que no han sido empleados previamente por el Perú.

“Es preciso que nuestro país reserve avances en su oferta de desgravación arancelaria hasta que Corea realice mejoras significativas, especialmente en los productos que son de interés peruano, como los pesqueros y agrícolas”, señala el gremio empresarial.

Acceso a mercados

Teniendo en cuenta esa recomendación, la CCL considera que los negociadores peruanos no deben olvidar que los aranceles coreanos tienden a ser mayores para la agricultura y los productos pesqueros, dos de los sectores en donde –después del sector minero– se ha concentrado un mayor valor de las exportaciones peruanas en  el 2008.

En cuanto a los Obstáculos Técnicos al Comercio, La Cámara sostiene que nuestros negociadores deben insistir en la inclusión de compromisos en materia de evaluación de la conformidad y reconocimiento mutuo, con la finalidad de facilitar el ingreso de productos perecederos al mercado coreano.

Cabe señalar aunque a la fecha, las negociaciones han avanzado con bastante rapidez y, de acuerdo a lo informado por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), estarían por cerrarse algunos capítulos, el gremio empresarial considera que el equipo negociador peruano no debe por concluida la negociación hasta que el acuerdo asegure beneficios a nuestro país y satisfaga los intereses de los agentes económicos y de la población en general.

Además, debido a que Corea tiene un interés ofensivo en el sector automotriz, el Perú debe mantenerse firme en rechazar la liberalización arancelaria de productos usados. “Debemos mantener una posición técnica y equilibrada, sobretodo en la mesa de acceso a mercados, en donde pueden existir intereses concretos del país asiático, como en la industria automotriz”, añadió.

Sin compromisos adicionales

De igual forma, la CCL afirmó que es necesario evitar la incorporación de compromisos relativos a otras medidas no arancelarias en el capítulo ambiental o en el de cooperación. En este último, indicó, que tampoco deben asumirse compromisos en materia de energía y recursos mineros.

“En el capítulo de cooperación el Perú debe buscar que Corea asuma compromisos para el intercambio de conocimientos profesionales y de tecnología, así como en compromisos de cooperación con relación al transporte marítimo”, dijo.

En esa misma línea, a decir de la CCL, los negociadores peruanos deben obtener mayores alcances y compromisos que los asumidos a nivel multilateral en cuanto a las medidas sanitarias y fitosanitarias.

En tanto, en la sección de antidumping y subsidios recomienda evitar asumir compromisos con relación a mecanismos de cálculo del margen de dumping que no son utilizados por las partes en la práctica. Además, de procurar que las consultas previstas entre las partes no detengan el proceso de investigación que pueda desarrollarse en caso se produzca alguna controversia.

Ojo con la autocertificación

Cabe señalar que aunque la tercera ronda se inicia el 29 de junio y concluye el 3 de julio, técnicos peruanos y coreanos se vienen reuniendo desde el 23 de junio en Seúl para avanzar con las tratativas en la Mesa de Reglas de Origen y Procedimientos Relacionados al Origen.

Debido a que en esos encuentros se revisarán, línea por línea, los requisitos específicos de origen de las subpartidas arancelarias para distintos sectores, lo que define en la práctica la activación de las desgravaciones o eliminaciones arancelarias que se acuerden en la mesa de acceso a mercados, el gremio empresarial aconsejó tener cautela sobre ese punto.

“Los técnicos peruanos deben tener prudencia en las propuestas de autocertificación del origen que pueda presentar Corea, evitando la incorporación de autocertificación por parte del importador. Pero nuestro país debe conseguir que se mantenga el uso del idioma inglés en los certificados”, sugirió.

La CCL insistió en que el equipo negociador peruano se muestre inflexible en cualquier solicitud que pretenda considerar como originario del país asiático cualquier producto extraído dentro de las 200 millas del mar peruano solo por cumplir ciertos requisitos de tripulación y bandera que Perú no está en condiciones de asumir.

“No conviene aceptar que se declaren como originarios productos para cuya elaboración se hayan realizado procesos productivos fuera de territorio de las partes, pues podría equivaler a brindar beneficios a países de los cuales no se ha recibido ninguna preferencia o ventaja comercial”, sostuvo.

Balance comercial

Respecto al intercambio comercial entre los dos países, el Centro de Comercio Exterior de la CCL señaló que aunque nuestras exportaciones hacia Corea del Sur se contrajeron en 37,9% durante el 2008, pasando de US$ 887.90 millones en 2007 a US$ 551.63 millones, el intercambio de mercancías entre ambas naciones es complementario.

Y, si bien, el año pasado, el 86,9% de las exportaciones se concentró en el sector minero, las colocaciones no tradicionales presentan oportunidades muy interesantes en los rubros de agroindustria, confecciones y pesca, las que deben ser tomadas en cuenta en las mesas relacionadas con el comercio de bienes, sobre todo porque Corea del Sur a pesar de ser un centro logístico en Asia, carece de condiciones adecuadas para el desarrollo de la agricultura.

Mayor inversión

Para la CCL, si bien Corea representa una importante puerta de ingreso al mercado asiático para los productos peruanos, un acuerdo tendría un impacto positivo en el crecimiento de las inversiones en nuestro país. No en vano, la Oficina Comercial del Gobierno de Corea (Kotra, por sus siglas en inglés) proyecta que, de haber un incremento en nuestra relación comercial, las inversiones procedentes de dicha nación asiática en el Perú también se incrementarían, especialmente en los sectores de construcción e infraestructura, energía y petroquímica.

Cabe anotar que las inversiones coreanas se encuentran en los sectores energía, minería, ventas minoristas y mayoristas, además de las manufacturas. Además, Perú es el segundo país latinoamericano receptor de las inversiones coreanas, alcanzando entre 1980 y 2006  —según el Banco de Exportaciones e Importaciones de Corea— los US$ 563 millones.