¿Hasta dónde caerá la Bolsa?
bolsacampdonicob.jpg
Ampliar
Por Humberto Campodónico

A principios de enero de este año, el Índice General de la Bolsa de Valores de Lima (IGBVL) tenía un valor de 13,000. El 9 de mayo llegó a 22,995, lo que quiere decir que había crecido en 76% desde enero hasta esa fecha. A fines de mayo se produjo una fuerte caída y el IGBVL se situó en 18,543. Pareció que los problemas estaban superados hacia fines de julio, cuando volvió a subir a 23,800.
A partir de esa fecha, su comportamiento adoptó la forma de un serrucho, subiendo y bajando, sin mostrar una tendencia definida. Sin embargo, en noviembre el IGBVL se movió solo hacia abajo y ayer viernes llegó a 19,213, perdiendo más del 12%.

Así, quienes han invertido en la BVL se preguntan qué va a pasar. Algunos analistas responden diciendo que la baja es pasajera pues la economía peruana está sólida, como lo demuestran sus cifras macroeconómicas, entre ellas el crecimiento del PBI de 8%. El problema es que se plantea que la economía peruana puede seguir creciendo incluso si le va mal al entorno económico internacional.

Pero no es eso lo que sucede. Nuestra economía sigue dependiendo de los precios de las materias primas, sobre todo de los minerales, que han comenzado a caer debido a que la crisis financiera y crediticia ha comenzado a extenderse a los sectores productivos, sobre todo en EEUU. Este menor crecimiento se traduce en una menor demanda de materias primas (cobre, zinc) y, por tanto, en una caída de sus precios internacionales.

En las últimas semanas el zinc ha pasado de US$ 1.40 a 1.12 la libra y el plomo de US$ 1.80 a 1.52 la libra. El cobre es el que más ha caído, de US$ 3.78 a 3.14 la libra, es decir, 16%. Como la BVL es altamente sensible a los minerales (más del 60% de su valor proviene de las acciones mineras) lo que ha sucedido con el IGBVL es "normal".
Esto lo corrobora el coeficiente de correlación entre los precios del cobre y el IGBVL, que ya hemos analizado antes ("Bolsa de Cobre", www.cristaldemira.com, 7/7/2007). De enero a noviembre, el coeficiente es 94%, altísimo. Sin embargo, ese mismo coeficiente medido desde el 1 de setiembre al 15 de noviembre, baja a 87%, cifra que, si bien indica una correlación alta, nos dice que el mercado está incorporando con más fuerza otras variables, sobre todo que la crisis internacional desemboque en una recesión. Incluso el criticado Greenspan ha declarado que existen 50% de posibilidades de que ello suceda.

Es por eso importante incorporar ese debate y no engañar a los ahorristas explicando que "el Perú está blindado frente a un shock internacional porque tiene buenas cifras de crecimiento de la construcción, la industria y los servicios", como si éstas fueran autónomas. No olvidemos que el BCR, en sus Reportes de Inflación nos dice que, si los precios de los minerales fueran los mismos que los del 2003, los superávit fiscal y de cuenta corriente de la Balanza de Pagos se volverían negativos.

Los más interesados en este debate son los pequeños ahorristas, que este año entraron en masa a la BVL, creyendo que se repetirían las extraordinarias ganancias del 2006 (170% en promedio). Muchos han comprometido el dinero de su jubilación, sobre todo los aportantes al Fondo 3 de las AFP (buena parte de ese fondo se invierte en diversos papeles de la BVL que hoy sufren fuertes pérdidas). Espero equivocarme, pero creo que a la economía internacional y a los precios de los metales les esperan tiempos aún más duros que los actuales, lo que se sentirá con fuerza en los índices de la BVL.

Todos los artículos del autor pueden ser leídos en: www.cristaldemira.com