Gas: Alan García se desespera por servir a Chile
Alan Garcia


El ministro de Energía y Minas, Juan Valdivia, declaró ayer que no se venderá gas a Chile; cuando fue preguntado si entonces se vendería energía a Chile transformando el gas peruano, respondió que no, pues sostuvo que el gas debe servir en primer lugar a los peruanos, y que si algo se podía exportar a Chile sería energía renovable, a partir de hidroeléctricas.


La responsable respuesta del ministro concuerda con la preocupación no sólo de expertos en energía y del Colegio de Ingenieros del Perú, sino con todas las autoridades del sur, que desean, como es natural, que el gas sirva sólo para el desarrollo peruano, no para resolver los problemas energéticos de un país enemigo que se arma constantemente contra el Perú: Chile.

Alan García

Poco después el Presidente de la República dio una desagradable sorpresa, pues declaró, contra lo que había manifestado el ministro Valdivia, que “si hay mucha resistencia” para la venta de gas a Chile, entonces se le venderá energía eléctrica producida por el gas peruano.

El presidente Alan García dijo que esa venta de energía debía darse porque es necesario hacer más rentable y beneficioso el gasoducto y que una de las maneras de impulsar el gran desarrollo es mediante la transformación de gas en productos que puedan ser vendidos al exterior.

Traduciendo el pensamiento García, tenemos que no es beneficioso ni rentable que el gas sirva para el desarrollo de las industrias, vehículos y hogares peruanos, pero que sí significa desarrollo venderlo a Chile, transformándolo en energía.

Lo expresado por García no es nuevo, pues ya ha dado muestras, en el tema del gas, de tratar siempre de favorecer a Chile, pero resulta grave y muy preocupante que un Presidente de la República, contra las justas expectativas de la población peruana que lo eligió, y contra las buenas decisiones de su ministro, trate de imponer la ejecución de un plan energético que despoje al Perú de sus recursos en beneficio de Chile, país que no sólo es enemigo del Perú, sino que se arma desenfrenadamente contra nuestro país y sistemáticamente incurre en latrocinios de mar, territorio, aire y recursos de nuestro país, como es el robo del origen de la papa, el pisco, etc.

El Perú tiene muchas razones para no vender gas a Chile, ni transformar ese gas para producir energía eléctrica para Chile, lo que es lo mismo, pero García cree que puede engañar y que no entendemos. Citamos entre las razones para no exportar gas ni energía a Chile:

Recurso estratégico

Si el Perú va a desarrollar y va a ser un país importante en Sudamérica, como lo anuncia el mismo García, tenemos que pensar en energía para las industrias y la producción, estamos en una coyuntura energética internacional de cierta crisis, pero no imprevista. Los hidrocarburos son recursos agotables, por lo que es perfectamente previsible no sólo la escasez, sino el alza sostenida de los precios.

Sabemos que la crisis que afecta a Argentina la ha obligado a suspender sus suministros de gas a Chile, país que debe resolver su problema energético con otras fuentes. En suma, Chile puede tener mil problemas, pero el Perú no tiene por qué resolvérselos. Ellos hacen alarde de un gran crecimiento y aseguran que les sobra dinero. Si es así, todo lo que tienen que hacer es comprar gas de los países a quienes les sobra ese recurso, no tienen por qué pensar en parasitar el gas peruano, que debe servir sólo para el desarrollo del Perú y garantizar nuestro futuro.

Desarrollo no es la exportación del gas ni su transformación en electricidad para exportarla. Desarrollo es promover el crecimiento de la industria nacional que emplee gas; de igual manera, es desarrollo multiplicar el consumo del gas en vehículos y domicilios, pero de manera seria, no de forma reducida, como ahora sucede.

Razones militares, peligro de guerra

Todos los militares y políticos que se respeten rechazan la venta de gas a Chile, porque este hidrocarburo serviría para atender las necesidades de Codelco, cuyas utilidades se destinan al armamento chileno. Igual de peligroso sería vender el gas a Chile convertido en electricidad.

Como si fuera poco, cualquier cambio en las condiciones de tratos comerciales puede ser interpretado por los chilenos como violación de acuerdos comerciales. Por tanto, iniciar la venta de gas o electricidad a partir de gas a Chile implicaría no suspender ni cortar el suministro, pues si lo hacemos, Chile puede decir que violamos tratos comerciales, motivo suficiente para atacar militarmente nuestro país.

Como es sabido, el lema de los chilenos es delincuencial: “por la razón o por la fuerza”, ellos, como buenos delincuentes, no creen en la solución pacífica de controversias, pues el gobierno chileno alienta a sus empresarios diciendo que sus fuerzas armadas defienden a las empresas chilenas en el exterior, por tanto, los tratos comerciales con Chile deberían ser reducidos. Sería suicida no sólo continuar con este indiscriminado ingreso de capitales chilenos, sino iniciar el abastecimiento a Chile de un recurso tan estratégico como el gas o la energía producida por éste.

Debemos tener en cuenta que nuestras reservas son limitadas, no tenemos grandes yacimientos, por tanto, el celo que debemos poner en el empleo cuidadoso de los hidrocarburos debe ser redoblado.

Medio ambiente

Ahora que no sólo en el Perú, sino en todo el mundo se habla de la protección del medio ambiente, pues la Tierra se encuentra severamente afectada por la contaminación, el Perú debe poner sumo interés por el consumo de gas en el Perú, pues es una fuente de energía limpia.

¿Traición?

Resulta pues intolerable que García trate a los peruanos como retrasados mentales y diga que “si hay mucha resistencia” entonces usaremos nuestro gas para quemarlo vendiendo electricidad a Chile, sabiendo que es lo mismo o peor.

Pero estas pretensiones presidenciales no hacen sino confirmar que García sostiene una política de estado irresponsable, no tiene un plan de gobierno serio para desarrollar el país, sino que dispara locamente globos de ensayo, para ver si no encuentra oposición y entonces seguir adelante con su entreguismo prochileno si no se da esa resistencia, o, por último, puede optar por reprimir los descontentos para imponer sus descabellados proyectos; pero lo que ha dicho confirma que todos debemos ser vigilantes.

Viendo el ímpetu del Presidente, las preguntas válidas son: ¿En verdad Alan García o el gobierno sostienen secretos compromisos con Chile, que quieren honrar contra los intereses del Perú? ¿Por qué esa insistencia en ir contra los intereses nacionales y el respectivo sentir de autoridades y profesionales del Perú? ¿Es gratuita esa insistencia en favorecer a Chile? ¿Chile ha venido con billetes en mano (como sucedió con la chilena Lucchetti, que pagó millones de dólares a Montesinos) a torcer voluntades?

Esperemos que las regiones, los políticos y ciudadanos honestos continúen oponiéndose a los funestos planes chilenos, estamos seguros que las pretensiones del enemigo del sur no pasarán.

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Ver:
Nuestro gas natural: Exportarlo causará graves daños