balon gasLa trampa de la paridad de la importación y los precios del glp por las nubes

Jorge Manco Zaconetti
 
Los precios del gas licuado de petróleo (GLP) se están disparando y el precario gobierno de Sagasti ha tomado la posición más fácil y expeditiva, elevar el subsidio del FISE, que lo pagamos todos los peruanos en nuestros recibos eléctricos, e incrementar el número de beneficiarios, que son los calificados en extrema pobreza por el INEI.
 
Así, en lugar de un bono de descuento de S/ 16 soles, recibirán ahora S/ 18 soles por la compra de un balón de GLP de 10 kilos, que tiene un precio cada vez más elevado. De 800 mil vales mensuales se incrementarán 200 mil vales adicionales por lo cual se otorga una “aspirina económica” a las familias vulnerables, que ahora deben guardar una severa cuarentena y experimentar una reducción de sus ingresos sobre todos los trabajadores informales que son la gran mayoría en las ciudades como en el agro.
 
Pagar más de S/ 40 soles por un balón de S/ 10 kilos es todo un abuso y en algunos distritos de Lima ya superó los S/ 50, es decir precios de escándalo para un combustible básico en el consumo familiar, donde Lima concentra casi el 50 % de la demanda, y el precio no debiera ser superior a los S/ 25 soles, con ganancias razonables para todos los actores, si hubiese una real regulación.
 
PARIDAD CON TRAMPA
 
En verdad, el problema es más de fondo por las graves distorsiones y perversiones existentes en la cadena de la producción de GLP, envasado, distribución mayorista y minorista. Es una cadena de intermediación donde se duplican costos, se suman márgenes, se especula con una grave informalidad en el envasado y distribución, donde el Estado a través del regulador Osinergmin poco puede hacer, por las limitaciones del modelo, sumada a la timidez e ineficiencia administrativa del regulador.
 
hornilla gas 3Para empezar se debe revisar la metodología que sirve de base para el cálculo para estimar los precios de referencia, de la llamada “paridad de importación” que supone asumir los diversos precios y costos de una importación eficiente desde Texas (Mont Belvieu) en los Estados Unidos puesto en el Callao, como si todo el GLP se importara . ¡Una traquiñuela económica que justifica los altos precios del productor principal Pluspetrol Perú Corporation a nombre del Consorcio Camisea!
 
Ello constituye una grave distorsión en la medida que en nuestro país se produce más del 80 % del GLP y el restante 20% se importa de los más de 65 mil barriles diarios que se consumen. Es más, hasta el 2015 eramos casi autosuficientes en este derivado, y la tendencia importadora se agrava.
 
En lo fundamental el grueso del GLP producido proviene de los campos del Gran Camisea, tales como los lotes 88, 56 y 57 de donde se extraen alrededor de 85 mil barriles diarios de líquidos de gas natural (LGN), de los cuales el 50 % se transforma en GLP. Es decir, los líquidos constituyen la materia prima que permite obtener GLP en la Planta de Fraccionamiento de Pisco de Pluspetrol.
 
Los líquidos de gas natural se extraen conjuntamente con el gas natural y son separados en las operaciones de Camisea. Es más, los LGN que tienen una tendencia a la baja son los hidrocarburos más atractivos y rentables para el Consorcio Camisea, pues sus precios están ligados a los precios internacionales del petróleo, que dicho sea de paso hoy están deprimidos.
 
Si los precios del barril de crudo se ubican en US$50 dólares el barril, los precios del barril de LGN tienen un valor menor, en casi US$ 10 dólares de diferencia. En cambio los precios del gas natural sobre todo los volúmenes del gas del lote 88 que abastece el mercado interno, tiene un precio regulado, un precio poco atractivo para el Consorcio Camisea. ¡Por ello se reinyectan más de 300 millones de pies cúbicos diarios, y esos costos también los asume el consumidor!
 
POBRE MASIFICACIÓN DE GAS
 
Ello significa por ejemplo que en los yacimientos de Camisea se extraigan diariamente aproximadamente 1,200 millones de gas natural, de los cuales 800 millones de pies cúbicos al día se quedan en el mercado interno, unos 400 millones del lote 56 se exporten.
 
Siendo el sector eléctrico el mayor beneficiario de los bajos precios del gas natural (67 %), mientras el consumo residencial, es decir, el de las familias y de los pequeños negocios no representan ni 9 millones de pies cúbicos diarios, es decir en porcentajes no significan ni el 1% de la producción diaria de gas que se extrae de Camisea.
 
Por ello, a menor demanda de gas natural en el país un combustible barato y seguro, sobre todo del consumo residencial, se incrementa como espuma la demanda del GLP que actualmente tiene precios prohibitivos. En verdad, hay salidas de corto y largo plazo que un nuevo gobierno debiera adoptar.
 
Para empezar una mayor transparencia en la formación de los precios del GLP a partir de los líquidos de gas natural. Si se tiene presente que el 50% de un millón de BTU una medida de calor para el gas natural tiene un precio relativo de un US$1.50 dólar que resultan equivalentes en calor a un balón de 10 kilos de GLP, resulta inaceptable que el consumidor esté abonando más de S/ 40 soles (US$11 dólares) y hasta más.
 
Si no fuera por la cuarentena decretada que afectará la demanda de bienes y servicios a la baja, sobre todo de comercios y restaurantes que utilizan GLP, los precios seguirían disparándose. Por ello, urge un sinceramiento en la formación de los precios, y un poder compensador en el mercado de parte del Estado, donde PetroPerú es un productor marginal.
 
SOLGAS
 
Estamos asumiento las consecuencias de una privatización irracional de la que fuera filial de la petrolera estatal, Solgás, empresa envasadora rentable que explicaba hasta 1992 el 30 % del mercado. Hoy el Estado no envasa ningún balón de GLP y estamos a merced de los abusos de los productores, grandes importadores y distribuidores. Volveremos sobre el tema, pero antes rendimos un homenaje a las víctimas de la desgracia del 23 de enero pasado, con más de 30 fallecidos en “Villa El Salvador” por la informalidad existente en el mercado del GLP y la nula regulación del Osinergmin.
 
 
Diario Uno, 30.01.2021