Europa podrá prescindir del gas de Rusia no más de seis meses, después de lo cual la economía europea sentiría las consecuencias negativas del rechazo al combustible ruso, declaró este viernes el jefe del departamento europeo del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alfred Kammer.

 

planta gazprom

 

"Durante los próximos seis meses, Europa puede vivir con una renuncia total (al gas ruso). Al mismo tiempo, si el cierre se prolongara hasta el invierno (boreal) o incluso por un período mayor, eso tendría unas consecuencias negativas considerables (para la economía europea)", dijo Kammer a la agencia France Presse.

Según el representante del FMI, no existe una forma única de influir en la situación, y se necesita un conjunto de pasos. Por lo tanto, advirtió, una de las medidas consiste en la búsqueda de fuentes alternativas de suministro, algo que ya comenzaron varios países.

Kammer también señaló que los consumidores podrían, a su vez, reducir el consumo de energía para "acumular gas de antemano", mitigando así el efecto de un posible apagón adicional.

Numerosos países condenaron la operación militar que Rusia lanzó el pasado 24 de febrero para, según el presidente ruso, Vladímir Putin, "desmilitarizar" y "desnazificar" Ucrania, y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía rusa el mayor daño posible para presionar a Moscú a que detenga las hostilidades.

Así, la Unión Europea (UE) impuso restricciones que prohíben comprar, importar o transferir carbón y otros combustibles fósiles sólidos al bloque comunitario si se originan en, o se exportan desde, Rusia, a partir de agosto de 2022.

Hasta ahora no se aplican restricciones de la UE a las importaciones de petróleo y gas de Rusia, pero los políticos europeos hacen de vez en cuando llamamientos similares. Estados Unidos ya impuso un embargo a los suministros energéticos rusos, a excepción del uranio.

No obstante, Rusia afirma que podrá desviar sus suministros a mercados alternativos, como el de los países de Asia.

El vice primer ministro ruso Alexandr Nóvak previamente destacó que sin el gas y el petróleo ruso en el mundo tendría lugar un colapso, y los precios del combustible serían imprevisibles.

Según el representante de la Cancillería rusa Dmitri Birichevski, Europa depende mucho del gas y el crudo de Rusia, y en el mejor de los casos, la UE podría reponer esa necesidad con suministros de otros países, así como utilizando fuentes de energía renovable, solo en un 80 por ciento, aunque en realidad esa cantidad sería incluso menor, y ese paso provocaría una subida adicional de los precios.

 

Con información de Sputnik