CCL plantea reducción progresiva de ISC a combustibles para frenar incremento de precios

Gremio empresarial señala que el 54% del ISC recaudado corresponde a los combustibles


En vista al incremento del precio de los combustibles y del avance en el precio internacional del barril del petróleo, que de US$ 36 el barril en febrero del 2009 ha subido a US$ 83 hasta el día de ayer, 6 de enero, la Cámara de Comercio de Lima plantea la reducción progresiva de la carga impositiva que pesa sobre los combustibles.

Precio de hidrocarburos (Var % anualizada)


El gremio empresarial sostiene que el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) debe ser un instrumento que corrija externalidades y no un elemento con fin recaudador, como sucede hasta ahora.

De acuerdo con el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la CCL, más del 54% de lo recaudado por ISC corresponde a combustibles, por lo que resulta prioritario que, en el corto plazo, se tomen medidas correctivas al respecto con la finalidad de no perjudicar a los usuarios, los transportistas ni al sector productivo.

El IEDEP de la CCL refiere que el Perú tiene una de las tarifas de combustibles más elevadas de América Latina, incluso por encima del precio establecido en el mercado estadounidense. Según el IEDEP de la CCL, dicha diferencia se debe a que la carga impositiva es una de las más altas en la región (30% en Perú frente a 23% de la región).

Teniendo en cuenta que la determinación de los precios en el mercado de combustibles lo rige el libre juego de oferta y demanda con base en la paridad de importación del precio de petróleo, la intervención del Gobierno en este mercado, como sugiere la CCL, solo puede ser de manera indirecta, es decir, por intermedio de instrumentos impositivos (ISC, IGV) y aportaciones monetarias por parte del fisco a través del Fondo para la Estabilización del Precio de los Combustibles Derivados del Petróleo (FEPC), mecanismo que es utilizado solo por Perú y Chile en América Latina.

Al respecto, el gremio empresarial recuerda que en el 2008 el gobierno peruano mantenía un saldo deudor con las refinerías como parte del FEPC, por cerca de S/. 1,264 millones. Pero en el 2009, gracias al Plan de Estímulo Económico, se destinaron S/. 1,000 millones al FEPC y por la fuerte caída del precio internacional del petróleo se generó un excedente adicional al primer trimestre del 2009 de S/. 350 millones, permitiendo de esta manera liquidar la deuda pendiente con las refinerías dejando un saldo a favor del FEPC de S/. 86 millones.

Otras medidas

La CCL también propone analizar la viabilidad e impacto de aplicar medidas específicas para mejorar la competitividad de las empresas de transporte público en general.

Citó el caso chileno, en que las empresas de buses rurales, interurbanos o internacionales recuperan un porcentaje de los peajes que pagan deduciéndolos como gasto contra el Impuesto a la Renta (IR); o también se ven favorecidas con la devolución de un porcentaje del ISC de los combustibles consumidos a los camiones de carga deduciéndolos de su deuda fiscal. 

Para el mediano y largo plazo la CCL señaló que, en la actualidad, a diferencia de la década de los 70's, el Perú cuenta con fuentes alternativas de energía y existe la tecnología que permite ser más eficiente en el uso del petróleo, por lo que un cambio gradual hacia una nueva matriz energética intensiva en el uso del gas natural y los biocombustibles, debe contemplar el fomento, a través del gobierno, de mayores inversiones que permitan ampliar la capacidad ofertada de energía en el país.
Del mismo modo, la reforma tributaria integral de nuestro actual sistema debe permitir reducir la dependencia del impuesto a los combustibles. Dicha situación, sostuvo el gremio empresarial, requiere –entre otros aspectos– eliminar las exoneraciones y reducir la evasión, el contrabando y la informalidad. Según cálculos del IEDEP de la CCL, la recaudación tributaria podría aumentar hasta 4 puntos porcentuales, respecto del PBI, por estos conceptos.

Finalmente, señaló que la revaluación del nuevo sol compensaría en parte el alza en el precio de paridad del petróleo frente a las importaciones de las refinerías.