La masacre chilena de los trece bomberos italianos de Chorrillos

Criminales de guerra del país del sur asesinaron a los mártires el 14 de enero de 1881, un día después de la batalla de San Juan.

Escribe: César Vásquez Bazán

“Hermanos y compañeros nuestros fueron Chiappe, Pale, Descalzi, Leonardi, Astrana, Bargna, Cippolini, Marzano, Nerini, Ognio, Orengo, Risso y Valentini, víctimas de su heroísmo y de la salvaje ferocidad de las turbas vencedoras. Yo siento ahora mismo su aliento en medio de nosotros. Aquí nos acompañan varios sobrevivientes de esa bárbara hecatombe, que la memoria no olvidará jamás y que el corazón siente aún con la intensidad del primer momento.

 

Esas sombras queridas estarán siempre a nuestro lado; su ejemplo nos servirá de estimulo, su recuerdo nos alentará, su fe hará que la nuestra no desfallezca nunca y su sangre será proficua y fecunda, porque la tierra regada con sangre de mártires, produce mártires y héroes.”

Del discurso leído por don Ulderico Tenderini, Comandante reelecto de la Heroica, Benemérita y Centenaria Compañía de Bomberos Italiana Garibaldi Nº 6 de Chorrillos.

Sesión de Reinstalación, 13 de febrero de 1893

La mañana del 14 de enero de 1881, un día después de la derrota peruana en la Batalla de San Juan, trece bomberos de nacionalidad italiana, pertenecientes a la Bomba Garibaldi de Chorrillos, fueron cobardemente asesinados por los criminales de guerra chilenos.

Los mártires italianos se encontraban combatiendo el fuego producido en Chorrillos por los bombardeos de los genocidas del sur. Las llamas consumían la tienda de su compatriota Queirolo, incendio que se había propagado a toda la manzana.

El primero en caer asesinado fue el bombero Giovanni Ognio a quien las cobardes bestias chilenas le partieron el cráneo con un golpe de sable. Cayó después el adolescente Luca Chiappe, acribillado a balazos por dos sargentos del Buín, quienes le dispararon todas las balas que tenían en sus fusiles. Los asesinatos chilenos continuaron con el degollamiento de los bomberos italianos Angelo Cipollini, Gio Batta Leonardi y Enrico Nerini. Obligados por la fuerza a arrojar la manguera que usaban para apagar el incendio, sufrieron los efectos del humo originado por la ruptura de la manga sobre el fuego. Asfixiados, se llevaron las manos a los ojos y no vieron los cuchillos corvos que los chilenos criminales hundieron en sus gargantas.

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Telegrama de los genocidas chilenos informando acerca del “exterminio” de la Bomba Garibaldi de Chorrillos. Fuente: Ahumada, Pascual, editor. 1888. Guerra del Pacífico. Santiago de Chile: Editorial Andrés Bello, Tomo V, página 103.

Los criminales de guerra chilenos rodearon a los bomberos italianos sobrevivientes, se les arrojaron encima, destrozaron rabiosamente su equipo y, apuntándoles con los fusiles con las bayonetas caladas, los tomaron prisioneros. Los genocidas recogieron lo que quedaba del equipo de los bomberos y lo entregaron al coronel invasor Fuenzalida. Acusaron a sus víctimas de alta traición y de formar parte de un equipo de francotiradores “garibaldinos”.

Los bomberos que quedaron cautivos de las bestias chilenas fueron Angelo Descalzi, Guiseppe Orengo, Egidio Valentini, Lorenzo Astrana, Paolo Marzano, Paolo Risso, Giovanni Pale y Filippo Bargna. A pesar de haber reiterado que cumplían función como bomberos y que no portaban armas, fueron fusilados la mañana del 14 de enero del 1881, tras las puertas del antiguo Panteón de Chorrillos. Previamente, los ocho mártires italianos fueron torturados. Oficiales de caballería llegados de Monterrico, sin saber ni preguntar nada, los golpearon y luego los ataron a las colas de sus caballos, arrastrándolos frente al criminal de guerra Patricio Lynch.

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Corresponsales de guerra chilenos motejaron como “mercenarios”  a los asesinados miembros de la Bomba Garibaldi de Chorrillos. Fuente: Boletín de la Guerra del Pacífico 1879-1881. 1979. Santiago de Chile: Editorial Andrés Bello, Tomo V, página 957.

Días después, los peruanos Adolfo Sánchez, Polo Menéndez y José Donaire desenterraron de entre los escombros y muladares los despojos de los trece mártires italianos. Los restos de los valerosos bomberos descansan hoy en el Cementerio de Surco.

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Mausoleo en el Cementerio de Surco de los Trece Mártires Italianos de la Bomba Garibaldi de Chorrillos.

Peruano: Nunca olvides los crímenes de guerra cometidos por nuestros vecinos del sur para apoderarse de Tarapacá y Arica.

Chileno: Toma conciencia de los crímenes de guerra perpetrados por tus compatriotas durante la Guerra del Salitre.

 

 

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