Gustavo Pons Muzzo: su vida es historia
Gustavo Pons Muzzo
Escribe: Juan Carlos Herrera Tello (*)


Cuando cursaba mis estudios secundarios en el quinquenio de la denominada "segunda fase" del gobierno militar, mis libros de historia eran resúmenes que contenían muchas fotos de baja resolución con pequeñas leyendas adecuadas "al plan de la reforma educativa" de esa manera los libros de secundaria de Gustavo Pons Muzzo habían sido desclasificados y reemplazados por nuevos autores, mas complacientes en el tratamiento de los acontecimientos históricos.

 

Gracias a un libro de mi padre que conservaba en su biblioteca leía algunos acontecimientos tratados por Pons Muzzo, pero estos eran solo una parte de la Historia de la República. Recién cuando adquirí para mi ingreso a la Universidad, en un "librero de viejo" una "Revisión de la Historia del Perú" encontré muchísimas cosas que desconocía, en especial lo que me acercó más a la "Historia de Tacna" fue una trascripción de la crónica de Federico Barreto: "La Procesión de la Bandera", acontecimiento ocurrido durante la ocupación chilena de Tacna y Arica que marcó mi inclinación a buscar las fuentes de la historia de la Guerra del Pacífico y posteriormente al tener en mis manos su texto fundamental "Historia de los Limites del Perú", cuyo estudio histórico jurídico de nuestras fronteras es gravitante para el conocimiento de las dos mas conflictivas, es decir la de Chile y de Ecuador.

La vida del Historiador Gustavo Pons Muzzo tuvo un derrotero lleno de acontecimientos históricos, su nacimiento en la Tacna ocupada por el invasor, la expulsión de su familia de los territorios ocupados, y su cercanía al lado del maestro Jorge Basadre con quien colaboraba desde muy joven. Pons Muzzo pertenece así a una generación brillante de intelectuales peruanos que dieron lustre a la historia de nuestro país y sus libros son reconocidos por los estudiosos de hoy. Sus textos de Historia para Educación Secundaria lo convirtieron como una de las autoridades más reputadas en su campo, su solo nombre era ya sinónimo de "historia" y su presencia representaba el tacneñismo afincado en Lima.

Sus estudios lo llevaron a concretar el tercer libro peruano sobre la Historia de los Limites del Perú, (ya antes lo habían hecho Juan Angulo Puente Arnao y Raúl Porras Barrenechea), colaboró con la elaboración del material más completo sobre la Historia de la Emancipación una obra de muchísimos volúmenes. Le siguió también un trabajo muy prolífico sobre "La Historia del Himno Nacional" demostrando como ya lo había hecho antes Carlos Raygada, la falsedad de la llamada primera estrofa del himno. Así también sus trabajos sobre el Protocolo de Río de Janeiro de 1942 y las negociaciones con Chile antes de la Convención de Lima, lo convirtieron en el consultor histórico de todos aquellos que defendemos los derechos internacionales del país.

Conocí personalmente al maestro Pons Muzzo, en un Foro realizado por la Universidad Jorge Basadre a inicios de junio de 1993 cuando Tacna le dijo "NO" a las Convenciones de Lima, en aquel momento estaban lo mejor de la defensa de los derechos peruanos: Alfonso Benavides Correa, José Soto León Velarde, Edgardo Mercado Jarrín, Jorge Chávez Quelopana y obviamente Gustavo Pons Muzzo y otros más. En posteriores disertaciones respecto a los derechos peruanos del Perú en Arica, Pons Muzzo trataba siempre el tema relativo al terreno peruano "El Chinchorro" del cual se había especializado, pero sobre todo su especial énfasis a la Historia de Tacna y los límites referidos al Tratado de 1929 y su Protocolo Complementario.

Ya a casi finales del siglo pasado en otro foro importante en Tacna el ilustre maestro me pidió que lo acompañara a ver la casa de su maestra en el Pasaje Zela, estábamos relativamente cerca, ya que salíamos del Teatro Municipal de aquella ciudad, pero su motricidad no era optima, así que con tranquilidad y con el honor que me daba en aquella solicitud, me contaba algo de la historia de su tierra natal, interrumpida siempre por la pregunta "tiene Usted tiempo no?".

En el pasaje Zela y señalándome una antigua construcción me decía: "Allí nos enseñaban amar el Perú, pero en silencio..."; "no podíamos cantar el himno nacional, y si lo hacíamos tenía que ser murmurando sin ruido"; "Mi maestra me decía que primero que ciudadanos debemos ser peruanos"; "no sabíamos de niños que era el Perú, pero nuestros padres en especial las madres nos decían que era nuestra patria y que debemos respetarla y honrarla"; "aprendimos de niños a conocer al Perú que parecía tan lejos e imposible de alcanzar".

El insigne historiador don Gustavo Pons Muzzo nos ha dejado y ha partido a la eternidad, pero queda de él sus textos fundamentales, cuyo legado no es la estantería de una biblioteca como quisieran algunos que desean olvidar y que olvidemos, todo ello está presente en el colectivo nacional y nos queda solamente seguir dichas enseñanzas para no cometer los errores del pasado.

Al Dr. Pons Muzzo le debo el ser "tacneño" ya que fue uno de los que me presentara al emblemático "Club Tacna" de Lima, tal honor fue refrendado conjuntamente con el Ex Plebiscitario el Crnl. Guido Velásquez Gil, y al Ing°. Nilo Marchand Onetto, representantes de la vieja estirpe tacneña que sufrió el cautiverio.

Siempre he reconocido al Embajador Alfonso Benavides Correa como mi maestro en el campo del derecho internacional y el uso de la historia en la defensa de los intereses nacionales, así también debo reconocer en Gustavo Pons Muzzo que al conocerlo primero en sus libros me guió por el designio de amar el Perú como él lo seguirá haciendo en la eternidad junto con mi entrañable maestro Alfonso Benavides.

Hoy es día de duelo nacional, se fue un peruanista, un maestro universitario, un hombre comprometido con su país, el Perú se congoja con su partida y Tacna, allá donde empieza la Patria seguramente esperará la llegada de su hijo ilustre para que se una a Basadre, Barreto, el Padre Andía, Zoila Sabel Caceres, Grimanesa Vargas de Vargas, Zoila Velásquez Vda. de Reynoso, Fanny Vildoso Gambetta, Ana María Espinoza de Quiroga y tantos otros más que ofrendaron su existencia a una sola causa: El Perú.

(*) Abogado
Asesor en Asuntos Internacionales
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