Basó su afirmación en la proeza del monitor peruano al mantener por dos horas un combate, en mar abierto, contra dos blindados que disparaban doce cañones “Armstrong” de doce toneladas y media cada uno.

Señaló que el enfrentamiento hubiera favorecido al Perú si se tiene en cuenta la valentía del monitor al atacar con el espolón al “Almirante Cochrane”.

Si el “Huáscar” hubiera tenido doble hélice, ésta hubiera potenciado su maniobrabilidad.

Blindados chilenos tenían doble hélice y además contaban con blindaje que duplicaba en espesor al del buque de Grau


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Fuente


New York Times, edición del 10 de mayo de 1891.