Se cumplen 142 años del legendario combate del Huáscar en Pacocha, primera y única vez que un barco peruano salió airoso ante la Royal Navy inglesa. ¿Sabías que el Perú tuvo un "expirata" como presidente?
 
Eran los albores de 1877 cuando el presidente Mariano Ignacio Prado enfrentó una campaña revolucionaria liderada por Nicolás de Piérola. El exministro de Hacienda afrontaba el destierro en Bolivia luego de haber intentado tomar Moquegua y Arequipa tres años antes. En esta ocasión, el embate debía ser más certero.
 
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El día que Luis Germán Astete venció a la armada inglesa de A.M. Horsey en las aguas de Pacocha, Moquegua.
 
El 6 de mayo, un grupo de revolucionarios conocidos como la Escuadra Nacional Regeneradora al mando del capitán Luis Germán Astete ocupó por sorpresa el Huáscar anclado en el Callao y partió hacia las costas bolivianas (si, en esa época aún tenían mar) para recoger a su caudillo.
 
Prado no lo pensó dos veces y le dio al Huáscar la categoría de ‘pirata’, no sin antes ponerle precio a la captura de sus adversarios. Es entonces que el contralmirante inglés Algernon Rous de Horsey toma parte del conflicto, ofreciéndose a capturar el monitor en respuesta al asalto que los revoltosos cometieron contra dos vapores mercantes de bandera británica.
 
El 29 de mayo se produce el avistamiento en la bahía de Pacocha, Moquegua. A.M. Horsey, al mando de las fragatas HMS Shah y HMS Amethyst, solicita la rendición pacífica y la entrega del pabellón presidencial con que había embarcado Piérola. Notable sería su respuesta: “Ese pabellón, que es el pabellón de nuestra patria, solo podrá ser arriado cuando no quede a bordo de esta nave un solo hombre para sostenerlo”. El bombardeo no se hizo esperar.  
 
Luis German Astete
  Luis Germán Astete
A las 3 de la tarde se inició el combate. El Huáscar era muy rápido, evadía los disparos y por su ligereza hacía maniobras en aguas poco profundas que los gigantes británicos no podían acceder. Los 824 ingleses a bordo y su todopoderoso torpedo Whitehead poco podían contra los 179 valientes del blindado peruano y su mítico espolón.
 
¡Eh, mirad, por fin se rindieron! Debieron decir, exhaustos, al ver que la bandera peruana desapareció. Pero la verdad era otra: la bandera había caído por un cañonazo. Inmediatamente la alzaron y continuó la interminable persecución. Cuando el reloj marcaba las 9 pm, el Monitor reculó victorioso a Iquique protegido por su velocidad y el manto de la noche, para frustración de los ingleses que regresarían humillados a su país. Dos días después, la tripulación se entregaría por decisión propia a las autoridades peruanas.
 
Astete y el Huáscar: Mismos héroes, suertes distintas 
Pese a su final captura, estas correrías terminarían por convertir a Nicolás Piérola en un caudillo legendario, algo que a la postre le serviría para llegar a la Presidencia del Perú en 1879. En tanto, Luis Germán Astete fue ascendido a Capitán de Navío y falleció el 10 de junio de 1883 bajo el mando de Andrés Avelino Cáceres en la épica Batalla de Huamachuco, defendiendo nuestro territorio del asedio chileno.
 
La suerte de los barcos también sería distinta: mientras el HMS Shah fue enviado al retiro y desmantelado en 1892, nuestro querido Huáscar se convirtió en el navío más exitoso en combate de la Guerra del Pacífico y hasta el día de hoy se mantiene a flota.
 
 
La República, 29.05.2019