corte la hayaLa Guerra del Salitre fue tan abusiva e inhumana, que muchos quieren olvidarla pues es difícil convivir con esa carga al lado de sus actores. Por ello anhelamos, en actitud explicable por el psicoanálisis, que el fallo de La Haya del 27 de enero sea el fin de este largo período de quebranto. Y, entonces, se afirma por doquier que la sentencia de la Corte Internacional de Justicia solucionará, para siempre, el conflicto entre los dos países. Ello presupone cinco consideraciones: creer que la sentencia tiene un efecto mágico; desconocer la historia de las negociaciones con Chile; estar seguros de que obtendremos algo del reclamo; estimar que en este proceso los países actúan solos; y, finalmente, considerar que tenemos una cultura similar.

La ilusión de la sentencia

Los políticos con intereses personales1 y baja autoestima; los gremios empresarios en los que cada vez hay más asociados chilenos, la gran prensa favorecida por la publicidad de las transnacionales chilenas; y un sector de la población desinformado, creen que las sentencias y los tratados tienen un efecto mágico. Es decir, su pronunciamiento hará que todo se torne justo y pacífico. Y eso no es así, basta un ejemplo: El caso Colombia-Nicaragua, en la cual el país militarmente más poderoso se niega a cumplirla, en una actitud desafiante y anacrónica.

Después del fallo vendrá el problema mayor: Su ejecución, ya que su incumplimiento añadiría mayor frustración a quien obtiene la razón de la justicia; pues se le reconocerá el derecho sin poder viabilizarlo. Ello en nada ayudará a descomprimir la tensión y lograr una relación pacífica.

Por tal razón es que todos, sin excepciones, debemos apoyar al gobierno. La actitud de todo buen ciudadano es la de aportar y colaborar para que cumpla sus promesas y termine de la mejor manera posible esta que empezó a pergeñar el actual presidente cuando en abril del 2007 inició en Tacna la marcha2 hacia el triángulo terrestre usurpado por Chile en abierta violación del Tratado de 1929.

Esa fue, entre otras motivaciones, lo que llevó a millones de peruanos a elegirlo. Recuérdese que ni los Presidentes Toledo, ni García, tuvieron el coraje de plantear la demanda y más bien elaboraron la teoría de las “cuerdas separadas”, según la cual el reclamo del espacio soberano va por una vía y las cuestiones comerciales por otra. Es decir, la usurpación territorial se discute mientras la penetración económica y cultural se permite.

Gracias al pueblo que salió a las calles y el liderazgo del entonces candidato Humala es que el Presidente García presentó la demanda que distinguidos funcionarios y juristas dejaron preparada en la Cancillería a fines de la administración de su predecesor.

Los políticos chilenos acusaron, entonces, al Presidente García de traidor afirmando que antes de asumir el mando, en un viaje con sus técnicos a Santiago de Chile, les había prometido mantener en la congeladora la demanda. Estamos obligados a no creerles ya que entendió la grita de la población; aunque, luego, nombró como su embajador a un descendiente de chilenos, y a los 23 días de asumir el mando, firmó un Tratado de Libre Comercio con Chile de casi 150 páginas que fue denunciado por un grupo de patriotas ante el Tribunal Constitucional; para luego, al final de su mandato acuñar la frase “No reclamemos a los chilenos, pueden molestarse”

La experiencia histórica de las negociaciones

La ejecución de todos los tratados con Chile siempre se ha hecho otorgándole nuevas concesiones. Esta sentencia, a la luz de la historia, no tendría por qué apartarse de esta línea. Aunque esperamos estar equivocados. Pero también reconocemos que ello no es suficiente: existe la fuerza siempre exhibida y la razón escondida.

La Confederación Peruano-Boliviana (1836-1839) fue desarticulada por la intervención de Chile que no tenía nada que ver en este primer esfuerzo de integración latinoamericana y por supuesto por algunos peruanos que antepusieron sus intereses personales. A partir de ese episodio la secuencia de incumplimientos ha sido una constante.

El Tratado de Ancón (1883) dio fin a la guerra de 1879, cedimos a perpetuidad Tarapacá y entregamos las provincias de Tacna y Arica a Chile por 10 años. Chile incumplió reteniéndolas 40 años mientras las chilenizaba.

Perú reclamó en 1925 e intervino Estados Unidos de América, como árbitro, estableciendo las reglas del plebiscito que Chile se negó a cumplir manteniendo el control del proceso plebiscitario dejando en manos del árbitro únicamente la convocatoria. El árbitro declaró después de dos años que el plebiscito era imposible.

Tuvimos que firmar el Tratado de 1929 para cumplir el anterior cediendo Arica. Luego para cumplir éste se demoró 70 años, para construir el muelle a favor del Perú y para facilitarle su obligación tuvimos que recibir un muelle más allá de donde se había acordado, sin las exigencias técnicas de la manipulación moderna y quedando en facultad de Chile el movimiento de los remolcadores para acercar las naves a nuestro muelle. Por supuesto casi nunca están disponibles. Colocó una torre de vigilancia en territorio peruano. Perú reclamó, un terremoto lo destruyó, pero Chile ejerce hasta ahora patrullaje. Ello sin contar que el terreno peruano del Chinchorro fue cercenado de la noche a la mañana.

De manera que Chile mantendrá esta estrategia y querrá negociar la ejecución de la sentencia. Después de todo tiene gran experiencia y nosotros paciencia.

Después de la sentencia se puede negociar e incluso arbitrar. Se gana pero la ejecución se negocia. Y allí es donde se impone, la estrategia competitiva que siempre ha empleado Chile usando la amenaza de su fuerza militar y la acción del sector político y empresario peruano vinculado con intereses extranjeros.

La cadena de ejecuciones preteridas o usadas para exigir más concesiones permite advertir los pasos que vendrían si la sentencia nos es favorable:

—Se intentará presentar al Perú como un país desorganizado política y socialmente con instituciones desquiciadas y anarquizadas, como ocurrió entre 1925-1926.

—Se formarán comisiones binacionales en las que participarán los gremios empresarios que representaran los intereses de las empresas chilenas como miembros más destacados. Eso ya fue anunciado precisamente por las autoridades chilenas, y nosotros aceptamos esta historia ya conocida de dilaciones.

—Articulistas y líderes de opinión, como ya han empezado a hacerlo, manifiestan la conveniencia de facilitar energía, gas y agua al norte de Chile, dejándonos sin capacidad negociadora para exigir la ejecución jurisdiccional.

—Continuará vigoroso el programa de jubilación establecido por Chile para los tacneños descendientes de peruanos nacidos durante la ocupación, concediéndolos pasaportes que no requieren de visa para ingresar a Estados Unidos de América o Europa, así como facilidades para la importación de vehículos. Es decir, la chilenización del siglo XXI; mientras el Ministerio de Transportes mantiene desactivado el ferrocarril Tacna-Arica, por no disponer de un millón de dólares.

—Un gesto de justa ejecución podría ser que las cámaras de Turismo y Comercio auspicien el recorrido del espacio marítimo que obtengamos.

La perspectiva de la demanda

Cualquier fallo, por mínimo que sea, será bueno para el Perú, ya que actualmente hay un triángulo terrestre (36 mil m²) usurpado por Chile; no tenemos mar frente a Tacna y sus pobladores contemplan cómo barcos chilenos depredan la riqueza pesquera; y, finalmente, no tenemos ese triángulo externo en alta mar.

Debemos estar satisfechos por la actuación de nuestros abogados, pero no triunfantes. Lo que ocurre es que la sola exposición —de alto nivel académico y fundamentado de los juristas extranjeros— nos hace sentir ganadores. Pero lo seremos si recibimos una parte del mar usurpado por Chile, pero no respecto del triángulo externo en donde los criterios del Derecho Internacional nos dan la razón sin dudas.

El triángulo terrestre mantenido por Chile que desconoce el punto de la Concordia como el inicio de la frontera terrestre y desde donde se deberá marcar el trazo del límite marítimo será uno de los puntos álgidos, a menos que en un estricto razonamiento de justicia se determine el trazo fronterizo desde este punto.

Los otros actores

Apenas terminó el informe oral varios destacados profesionales hablaron sobre la conveniencia de un posible acuerdo energético entre Chile y Perú, destinado a proveer energía3 y agua al sediento y caliente norte chileno a fin de permitirle fortalecer sus industrias y reducir los costos de la explotación minera. Igualmente el incremento de las inversiones y el comercio.

Chile tiene el control de los servicios fundamentales para el comercio exterior peruano, pues controlan el transporte aéreo, el marítimo y con socios peruanos buscan consolidarse en el Callao y Paita, pues ya tienen el sur. Manejan las principales empresas de tecnología informática que es el soporte de las comunicaciones internacionales. Están en el sistema financiero y han ingresado en los servicios de salud, para posibilitar su floreciente industria farmacéutica. De tal manera que los servicios son de ellos. Y este gobierno les ha dado una buena ayuda con las normas sobre exportación de servicios.

Al igual que en la ejecución del Tratado de Ancón el contexto internacional tiene influencia. En esta ocasión la Alianza del Pacífico4 bloque comercial conformado por Perú, Chile, Colombia y México en abril del 2011 será un foro de influencia. Dos países que piensan lo mismo: incumplir las sentencias de la Corte Internacional de Justicia serán los que presionarán para que el Perú negocie por encima de la resolución judicial, en homenaje a la unidad subregional. Indicios de ello se pueden ver en la forma como se amplió la cuota de jurel de nuestro vecino por encima de los intereses del Perú5.

A ello se une la influencia del sistema financiero internacional ya que el capital extranjero controla más del 76% de la banca mexicana, el 53.75% de la banca peruana y más del 43% de la banca chilena y los tres países integran el más grande mercado bursátil de la subregión que invocarán la paz para no asustar a los capitales extranjeros

Las diferencias culturales

Aunque hablamos el mismo idioma y en su gran mayoría practica la misma religión somos países con culturas diferentes lo que marca idiosincrasia y actitudes distintas frente a fenómenos socio-económicos y visión de futuro.

Las limitaciones naturales y las reducidas poblaciones étnicas formaron una sociedad chilena austera, ordenada y cohesionada; volcada al comercio. En tanto que la abundancia de recursos y las elites agrícolas, propiciaron en el Perú una sociedad basada en la explotación, la esclavitud, la sensualidad y el despilfarro, descuidando las relaciones vecinas.

Eso nos ha hecho pueblos distintos; mientras el peruano es concesivo y con frecuencia dispendioso, el chileno es persistente, ambicioso e impositivo. La fuerza es un símbolo permanente en su actuación.

Ello explica por ejemplo las concesiones hechas en este proceso, en el cual nuestros agentes convinieron en no recordar6 ante el Tribunal la sangrienta y abusiva Guerra del Salitre donde solo bastaría ver el mapa antes de 1879 para sorprendernos por el despojo. Pero Chile también ha hecho otra: no ha mencionado en ningún momento el informe Fabián Novack, ni de otro distinguido profesional, favorable a Chile, argumentado pero falaz, y en cambio ha usado un texto escolar de autor desconocido. La defensa de los grandes intereses nacionales en uno y otro país tienen distintas formas. En Chile aglutina las fuerzas productivas, los gremios, la intelectualidad y la sociedad alrededor de su Estado; en nuestro país los gremios privilegian sus alianzas comerciales, los medios sus páginas de publicidad; algunos profesores la dádiva de una invitación, y los políticos el silencio de la ignorancia histórica.

Sin embargo, existen muchas asociaciones civiles que solitariamente, sin ningún apoyo estatal, y en un trabajo silencio, están actuando como centros de análisis y divulgación de los silencios de la gran prensa y el miedo de los políticos. Algunos como la Asociación Perú: Soberanía y Desarrollo han publicado el Informe Secreto de Pershing-Lassiter, dos generales estadounidenses que pusieron al descubierto la forma de negociar de Chile, y que permite, poner sobre aviso para que la historia no se repita.

Aníbal Sierralta Ríos
La Primera, Lima 09-01-2014

______________

1 El Congreso de la República del Perú está completamente alineado con las posiciones chilenas; respecto de las relaciones con Chile, jamás alzan la voz para defender los intereses del Perú. Por ejemplo, nunca aluden ni condenan la preencia militar chilena en el Triángulo de Tacna, ni desautorizaron a empresarios ladrones que fueron a ofrecer electricidad a Chile. Leer Cómo Chile controla la política peruana y a los políticos peruanos [Nota de Con nuestro Perú.]

2 En ese entonces, Ollanta Humala rechazaba la usurpación territorial que perpetran los chilenos; ahora la tolera con muchos sentimientos fraternales hacia Chile. [Nota de Con nuestro Perú.]

3 Leer Empresarios traidores preparan entrega de gas peruano a Chile Humala sigue intentando exportar gas [Nota de Con nuestro Perú.]

Leer Error geopolítico: Alianza del Pacífico, trampa chilena para colonizar el Perú.Alianza del Pacífico. Evo Morales advierte: Bachelet podría servir a intereses transnacionales  [Nota de Con nuestro Perú.] 

5 Leer Chile nos roba anchoveta mediante Decreto Supremo de gobierno peruano [Nota de Con nuestro Perú.]

6 Chile presionó y coimeó para que la diplomacia peruana presentara ante La Haya una demanda sin contextualización histórica. Leer Miguel Ángel Rodríguez Mackay: En La Haya debimos exponer el injusto de la Guerra del Pacífico [Nota de Con nuestro Perú.]

 

Fuerza armada no ha movido ni moverá un dedo

En la escena internacional el Perú es el único país del mundo cuya fuerza armada tolera la usurpación de su territorio, confraterniza con el agresor y acepta que este le envíe instructores militares.

Frente a Chile, la capacidad disuasoria de la fuerza armada del Perú es cero, inexistente; Chile hace lo que quiere, captura pescadores peruanos en aguas peruanas y no pasa nada (bueno, sí pasa: han puesto en el patio de honor de la Escuela Naval del Perú un monumento al chileno Arturo Prat Chacón).

La capitulación militar nunca ha disuadido a nadie.

 

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