General chileno Cheyre engaña a los españoles para difamar al Perú
..........Juan Emilio Cheyre


Con fecha 21 de enero, el general chileno Juan Emilio Cheyre en el artículo “Perú, instituciones y respeto al derecho”, se dedica a difamar al Perú en España contando una lista de inexactitudes aprovechando que los españoles desconocen los antecedentes históricos de los conflictos entre el Perú y Chile y probablemente también detalle del acontecer actual de las relaciones entre ambos países.
 
Resulta lamentable que nuestro Canciller, en lugar de esclarecer la verdad, minimice el asunto. Es necesario aprender las lecciones de la Historia porque lo mismo ocurrió antes de 1879: Chile se dedicó a engañar a su población y a las autoridades de otros países diciendo que Perú y Bolivia intentaban invadir Chile (prueba de lo cual ningún historiador peruano, chileno ni extranjero puede aportar, porque es falso). Nuestra Cancillería debería contrarrestar la malicia con la verdad y no asumir esa actitud pseudopacifista que perjudica la imagen del Perú y de los peruanos.

En su campaña de propaganda, los chilenos llegaron a engañar al mismo pontífice, es así que León XIII, creyendo las patrañas chilenas, cometió el despropósito de bendecir la campaña homicida y de rapiña de Chile contra el Perú (ver: Guerra del Pacífico, la batalla de Lima. Leon XIII 43 bendijo acciones criminales). Conociendo lo piadoso que era este Papa, se entiende que actuó bajo el engaño chileno.

En esa misma campaña se encuentra ahora Chile mintiendo al mundo, no sólo sobre la situación limítrofe, sino hasta mintiendo para arrebatar nuestros emblemas nacionales: el pisco, la chirimoya, el suspiro limeño, el pisco sour, etc.

Basta ver lo que escribió el general Cheyre a El País para entender su malicia. Aquí vemos los puntos más importantes, cada uno podrá sacar fácilmente sus propias conclusiones:

Dice: “Lo lamentable es que la madurez económica de los gobiernos para vivir en el siglo XXI no se aplica a lo político y menos a la forma de conducir las relaciones internacionales. En estos ámbitos el subdesarrollo crónico sigue atado a nacionalismos extremos y visiones arcaicas.” Precisamente, los chilenos son quienes se mantienen en un nacionalismo arcaico son los gobernantes, militares y el pueblo, pues a los sujetos que perpetraron actos de invasión, saqueo, rapiña y asesinatos los llaman “héroes”, les levantan monumentos y constantemente los homenajean y alaban sus actos de pillaje. Como se sabe, en todo el mundo sólo los militares de un ejército defensor pueden ser héroes, no los de ejércitos invasores.

Dice: “Los apoyos se buscan en temas que a quien gobierna lo hace popular ante una mayoría que ve en el revisionismo de tratados y cuestionamientos limítrofes el factor de unión.” El militar chileno manipula pues no hay tal revisionismo. Lo que existe es el desconocimiento, de parte de Chile, del Tratado de 1929 y el punto Concordia, que se ubica en la orilla del mar, el cual pretenden correr para arrebatarnos cerca de 38 mil kilómetros de mar, el cual usurpan y capturan a pescadores peruanos.

Dice: “El General Donayre afirmó con respecto a Chile "He dado la consigna (de) que chileno que entra (se refería al Perú) ya no sale, y si sale saldrá en cajón (ataúd). Si no hay suficientes cajones, saldrán en bolsas de plástico". Tal afirmación ocupó titulares y se reprodujo en medios de comunicación del mundo.” En este punto Cheyre omite con malicia el hecho fundamental de que no se trata de una declaración oficial, sino de una grabación clandestina. Dichas frases fueron emitidas en tono jocoso (usual en el general Donayre), pero además, en el supuesto de una invasión militar contra el Perú. Aún sin el tono jocoso, como se sabe, un militar de cualquier país del mundo tiene la obligación de repeler con las armas una invasión militar extranjera, pero la malicia de Cheyre quiere hacer creer que se trata de matar a todos los chilenos que ingresen al Perú.

Dice: “Alan García llamó por teléfono a su homóloga la presidenta Bachelet dándole explicaciones que fueron aceptadas por la mandataria chilena quien a la fecha no había conocido el detalle del agravio y en el entendido que _como lo afirmó el presidente peruano_ el militar se iría a retiro.” El presidente García mencionó a la presidenta Bachelet que el militar cuestionado estaba por retirarse, nunca le dijo que a causa de una grabación clandestina lo iba a destituir, mucho menos a pedido de Chile, pues se trata de decisiones soberanas. Resulta claro que Bachelet confundió a la población chilena con un aire de triunfalismo haciendo creer que a causa de su queja el Perú accedería a destituir a un general, lo cual sería un acto de injerencia de Chile en asuntos internos, lo cual el propio presidente García lo explicó.

Dice: “en la Corte Internacional de la Haya _por acción unilateral del Perú_ se conoce de una reclamación en materia de delimitación marítima establecida por tratados internacionales y respetada por ambas partes por más de cincuenta años.” Miente nuevamente el militar chileno, pues sí existe reclamo peruano en los últimos 50 años. No hay 50 años de práctica, la práctica, para que cree un derecho, debe ser pacífica y que no sea perturbada. Son dos razones que exige el Derecho Internacional. Cuando presentamos la nota en 1986 la práctica puede ser pacífica, pero ya no es no perturbada, porque ya hay un reclamo que continúa hasta ahora.