¿Por qué hay trato bilateral entre Bolivia y Chile?
Son materia de comentario y análisis las declaraciones de políticos y diplomáticos de Chile, Bolivia y el Perú acerca de las negociaciones político-diplomáticas entre Chile y Bolivia. De manera ingenua el presidente Alan García pide que se haga conocer cuáles son los temas de la agenda conjunta chileno-boliviana, cuando esos dos países sus buenas razones tendrán para llevar adelante las negociaciones de la manera en que lo están haciendo.
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Son materia de comentario y análisis las declaraciones de políticos y diplomáticos de Chile, Bolivia y el Perú acerca de las negociaciones político-diplomáticas entre Chile y Bolivia. De manera ingenua el presidente Alan García pide que se haga conocer cuáles son los temas de la agenda conjunta chileno-boliviana, cuando esos dos países sus buenas razones tendrán para llevar adelante las negociaciones de la manera en que lo están haciendo.
Asunto bilateral
Que las tratativas entre Chile y Bolivia tienen un temario de trece puntos es algo conocido, no oculto. Por otra parte, si ambos países lo tuvieran a bien, podrían dar carácter reservado o secreto a sus conversaciones y eso no debería preocupar a nadie. Chile, por lo menos, no va a hacer nada extraordinario, que vaya más allá de su especialidad de robar territorios de Bolivia y Perú y mantener la usurpación territorial hasta el día de hoy. La novedad sería, por ejemplo, que Chile vaya a robar territorios de Paraguay o Venezuela, que no son limítrofes con Chile1.
Espejismo boliviano
Sabido es que las conversaciones entre Bolivia y Chile jamás van a tener por resultado la salida soberana de Bolivia al Océano Pacífico, ni por Antofagasta ni por el norte de Arica2. Los tratos entre ambos gobiernos parecen ir bien, y de tiempo en tiempo, para dar colorido al ambiente, Evo Morales suelta frases de provocación contra el Perú y contra el presidente Alan García. Inocentemente, Evo Morales cree que sus posturas antiperuanas van a servirle como un argumento a su favor para que Chile dé salida al mar a Bolivia.
Lo trágico del asunto es que una vez más la aspiración boliviana de salida al mar va a quedar frustrada, de lo cual nadie duda, excepto Evo Morales, quien cada vez más se asemeja al nefasto presidente boliviano Mariano Melgarejo, que con su acercamiento a Chile permitió que este país echara las bases para el robo de Antofagasta de 1879. Evo Morales ha caído en el peor error de cualquier presidente boliviano: confiar en Chile, olvidando la usurpación de Antofagasta, olvidando que Chile es país delincuente y ladrón empedernido. Pero si Evo Morales y su equipo de gobierno piensan que ser tontos útiles o bufones de Chile es el camino hacia la exitosa recuperación de su litoral, no seremos los aguafiestas, que sigan creyendo.
Objetivo chileno
Si está claro que Chile engaña a Bolivia haciéndole creer que le va a dar salida soberana al mar, ¿cuál es, entonces, el objetivo de toda esta farsa que tiene como víctima a la nación boliviana? Antes ya ha habido tal ofrecimiento, tal engaño, y no se cumplió lo que buscaba Bolivia, ¿qué es lo novedoso ahora?
Lo que sucede es que en esta época de intensa interacción cultural, comercial y política entre los países, la diplomacia chilena, de rancias raíces delictivas3, desea a toda costa evitar que se conozca fuera de América del Sur la condición de estado ratero que tiene Chile por el robo territorial perpetrado contra Bolivia y el Perú. Entonces ya entendemos por qué el afán de Chile de que la mediterraneidad de Bolivia sea un asunto bilateral entre Bolivia y Chile, porque de esa manera, con el bilateralismo, evitan que Bolivia denuncie ante la OEA y en la ONU su situación de enclaustramiento originada en el robo chileno.
Cierto es que una sostenida campaña diplomática boliviana en la OEA, la ONU y otros foros podría no llevar al objetivo buscado (salida al mar), pero sí pondría en graves aprietos diplomáticos a Chile, que tendría que “justificar” el robo territorial cometido; así la condición de país ratero que ensombrece a Chile quedaría expuesta ante todo el mundo y disminuiría su ya corroída credibilidad y afectaría su influencia política y diplomática. Eso es lo que desean evitar los rateros diplomáticos chilenos.
Que las tratativas entre Chile y Bolivia tienen un temario de trece puntos es algo conocido, no oculto. Por otra parte, si ambos países lo tuvieran a bien, podrían dar carácter reservado o secreto a sus conversaciones y eso no debería preocupar a nadie. Chile, por lo menos, no va a hacer nada extraordinario, que vaya más allá de su especialidad de robar territorios de Bolivia y Perú y mantener la usurpación territorial hasta el día de hoy. La novedad sería, por ejemplo, que Chile vaya a robar territorios de Paraguay o Venezuela, que no son limítrofes con Chile1.
Espejismo boliviano
Sabido es que las conversaciones entre Bolivia y Chile jamás van a tener por resultado la salida soberana de Bolivia al Océano Pacífico, ni por Antofagasta ni por el norte de Arica2. Los tratos entre ambos gobiernos parecen ir bien, y de tiempo en tiempo, para dar colorido al ambiente, Evo Morales suelta frases de provocación contra el Perú y contra el presidente Alan García. Inocentemente, Evo Morales cree que sus posturas antiperuanas van a servirle como un argumento a su favor para que Chile dé salida al mar a Bolivia.
Lo trágico del asunto es que una vez más la aspiración boliviana de salida al mar va a quedar frustrada, de lo cual nadie duda, excepto Evo Morales, quien cada vez más se asemeja al nefasto presidente boliviano Mariano Melgarejo, que con su acercamiento a Chile permitió que este país echara las bases para el robo de Antofagasta de 1879. Evo Morales ha caído en el peor error de cualquier presidente boliviano: confiar en Chile, olvidando la usurpación de Antofagasta, olvidando que Chile es país delincuente y ladrón empedernido. Pero si Evo Morales y su equipo de gobierno piensan que ser tontos útiles o bufones de Chile es el camino hacia la exitosa recuperación de su litoral, no seremos los aguafiestas, que sigan creyendo.
Objetivo chileno
Si está claro que Chile engaña a Bolivia haciéndole creer que le va a dar salida soberana al mar, ¿cuál es, entonces, el objetivo de toda esta farsa que tiene como víctima a la nación boliviana? Antes ya ha habido tal ofrecimiento, tal engaño, y no se cumplió lo que buscaba Bolivia, ¿qué es lo novedoso ahora?
Lo que sucede es que en esta época de intensa interacción cultural, comercial y política entre los países, la diplomacia chilena, de rancias raíces delictivas3, desea a toda costa evitar que se conozca fuera de América del Sur la condición de estado ratero que tiene Chile por el robo territorial perpetrado contra Bolivia y el Perú. Entonces ya entendemos por qué el afán de Chile de que la mediterraneidad de Bolivia sea un asunto bilateral entre Bolivia y Chile, porque de esa manera, con el bilateralismo, evitan que Bolivia denuncie ante la OEA y en la ONU su situación de enclaustramiento originada en el robo chileno.
Cierto es que una sostenida campaña diplomática boliviana en la OEA, la ONU y otros foros podría no llevar al objetivo buscado (salida al mar), pero sí pondría en graves aprietos diplomáticos a Chile, que tendría que “justificar” el robo territorial cometido; así la condición de país ratero que ensombrece a Chile quedaría expuesta ante todo el mundo y disminuiría su ya corroída credibilidad y afectaría su influencia política y diplomática. Eso es lo que desean evitar los rateros diplomáticos chilenos.
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2 Sobre las razones por las cuales el Perú nunca aceptará que la salida al mar de Bolivia sea por Arica, leer La salida al mar para Bolivia
3 Leer La diplomacia ladrona de Chile y Chilean diplomats--dignified mob
1 En realidad, con Chile nunca se sabe. El no ser país fronterizo no es obstáculo que impida a los chilenos robar territorio. Recordemos que antes de la guerra de 1879-1883 Chile no limitaba con el Perú pero igual robó territorio peruano.
2 Sobre las razones por las cuales el Perú nunca aceptará que la salida al mar de Bolivia sea por Arica, leer La salida al mar para Bolivia
3 Leer La diplomacia ladrona de Chile y Chilean diplomats--dignified mob
