"en contra nuestra"

En el diario Correo de Lima, del 27 de noviembre de 2010, en el editorial de Aldo Mariátegui titulado "Una visita muy positiva", se lee:
Pinochet nunca nos tragó y hasta nos despreciaba -basta leer sus tratados de geopolítica-, pero trató de llevar la fiesta en paz con Morales Bermúdez (a pesar del espionaje del "Beagle"), FBT y Alan I. Fueron unas relaciones frías y distantes, pero correctas (aunque Pinochet nunca dejó de agitar a Ecuador en contra nuestra, aprovechando los contactos que hizo cuando fue instructor militar en Quito). Su sucesor, el sagaz Aylwin, trataba con cautela a Fujimori y andaba demasiado ocupado con su proceso de transición como para dedicarnos mucha atención. Frei sí que fue un hipócrita redomado y un felón, pues durante su administración se firmaron las Convenciones de Lima (donde se cerraron varios temas pendientes del Tratado de 1929) al mismo tiempo que por lo bajo le vendía armas a Ecuador.


Comentarios

1) Es incorrecto emplear la locución adverbial en contra nuestra; debe usarse “contra nosotros” o “en contra de”. Al emplear el adjetivo posesivo nuestra estaríamos tratando a contra como sustantivo, cuando en realidad es adverbio.

2) Las intercalaciones se escriben con raya (“ —”), no con guión (“-”), como emplea el autor en: “… -basta leer sus tratados de geopolítica-…”

3) Los nombres de ciencias y disciplinas académicas se escriben con mayúscula inicial (“Geopolítica”, no “geopolítica”).

Con las correcciones tenemos:

Pinochet nunca nos tragó y hasta nos despreciaba —basta leer sus tratados de Geopolítica—, pero trató de llevar la fiesta en paz con Morales Bermúdez (a pesar del espionaje del "Beagle"), FBT y Alan I. Fueron unas relaciones frías y distantes, pero correctas (aunque Pinochet nunca dejó de agitar a Ecuador contra nosotros, aprovechando los contactos que hizo cuando fue instructor militar en Quito). Su sucesor, el sagaz Aylwin, trataba con cautela a Fujimori y andaba demasiado ocupado con su proceso de transición como para dedicarnos mucha atención. Frei sí que fue un hipócrita redomado y un felón, pues durante su administración se firmaron las Convenciones de Lima (donde se cerraron varios temas pendientes del Tratado de 1929) al mismo tiempo que por lo bajo le vendía armas a Ecuador.