En el portal del diario español El País del 11 de diciembre de 2013, con el título “Un hospital de Málaga entrega un recién nacido equivocado a una madre”, se lee en el artículo de Esperanza Codina:

Marta Montes se puso de parto de su segundo hijo el pasado 29 de noviembre y al día siguiente dio a luz por cesárea en el Hospital Materno-Infantil de Málaga a la pequeña Naia. La madre se recuperó pronto e inmediatamente la subieron a planta con su bebé. Pero en realidad no era su niña. Después de un rato de debate entre los familiares sobre a quién se parecía, la abuela le abrió el pañal y vio que era un niño. Hubo nervios, carreras y avisos al personal del centro, que le había entregado por error a otro recién nacido. Marta y su pareja, José Carlos Chicón, estuvieron dos horas con un pequeño equivocado.


Comentario

Los malos traductores están introduciendo en nuestro idioma el adjetivo equivocado calcándolo del inglés the wrong, copiando el significado que tiene en ese idioma y no en español. Quienes se equivocan son los trabajadores del hospital, no el bebé.


Podríamos decir por ejemplo:

Un hospital de Málaga entrega un recién nacido ajeno a una madre


Marta Montes se puso de parto de su segundo hijo el pasado 29 de noviembre y al día siguiente dio a luz por cesárea en el Hospital Materno-Infantil de Málaga a la pequeña Naia. La madre se recuperó pronto e inmediatamente la subieron a planta con su bebé. Pero en realidad no era su niña. Después de un rato de debate entre los familiares sobre a quién se parecía, la abuela le abrió el pañal y vio que era un niño. Hubo nervios, carreras y avisos al personal del centro, que le había entregado por error a otro recién nacido. Marta y su pareja, José Carlos Chicón, estuvieron dos horas con un pequeño que no era el suyo.