En el portal del diario español El País del 13 de junio de este año, con el título “Imaginar el presente a través del pasado”, se lee en el artículo de Francisco Camas García:

En definitiva, este ejercicio puede servir para ejemplificar cómo la voluntad de cambio suele disponer de un fuerte acento joven, mientras que la voluntad de mantener el statu quo es algo que parece ir ganándose con el paso de los años. El psicoanalista Erik Erikson en su libro Identidad, Juventud y Crisis reconocía que generación tras generación los adultos, en calidad de espectadores privilegiados, acostumbran a plantar su mirada sobre la gente joven con ciertos tintes paternalistas al afirmar, como si se tratara de algo nuevo y cierto, que la juventud de hoy no es la de hace 20 o 30 años. El manido tópico todo pasado siempre fue mejor simboliza una recurrente ceguera que, en ocasiones, impide afrontar en toda su complejidad los cambios que se producen.

 

Comentario

En usos como el del párrafo, el verbo acostumbrar no lleva la preposición a cuando se conjuga en primera, segunda o tercera persona. Decimos acostumbran bailar y no "acostumbran a bailar". En cambio, lleva la preposición a cuando se emplea pronombres reflexivos: me acostumbré a correr, se acostumbraron a robar;  también cuando el verbo es participio: acostumbrado a estudiar, acostumbrado a trabajar o cuando es transitivo: lo acostumbraron a leer, te acostumbraron a esperar.

 

Con la corrección tenemos:

En definitiva, este ejercicio puede servir para ejemplificar cómo la voluntad de cambio suele disponer de un fuerte acento joven, mientras que la voluntad de mantener el statu quo es algo que parece ir ganándose con el paso de los años. El psicoanalista Erik Erikson en su libro Identidad, Juventud y Crisis reconocía que generación tras generación los adultos, en calidad de espectadores privilegiados, acostumbran plantar su mirada sobre la gente joven con ciertos tintes paternalistas al afirmar, como si se tratara de algo nuevo y cierto, que la juventud de hoy no es la de hace 20 o 30 años. El manido tópico todo pasado siempre fue mejor simboliza una recurrente ceguera que, en ocasiones, impide afrontar en toda su complejidad los cambios que se producen.