En el portal del diario español ABC del 13 de enero de este año, con el título “Alcocer: la mítica batalla en la que el Cid Campeador aniquiló a cientos de moros con un curioso engaño”, se lee en el artículo de Manuel P. Villatoro:

En los siguientes versos, el cantar explica de forma supina como el Cid actuó como era menester por aquellos tiempos: sitió la ciudad de Alcocer y le solicitó tributos o «parias» a cambio de no atacarla. También hizo lo propio con algunas otras urbes de la zona, como Ateca y Terrer». El Campeador, de esta guisa (recibiendo más oro del que podía soportar su bolsa y atesorando riquezas) se mantuvo frente a las murallas de Alcocer más de dos meses. O, más concretamente, «15 semanas», en palabras del Cantar.

Comentario

1) El artículo señala que la arqueología da la razón a hazañas del Cid Campeador, que para unos eran míticas y muestra que “Cantar del Mio Cid” detalló con claridad ciertos puntos de sus campañas, por lo cual, el adjetivo “supino” nada tiene que hacer, pues supino es “Dicho de un estado de ánimo, de una acción o de una cualidad moral: Necio, estólido”, “Dicho  de  algo  negativo: Que  se  da  en  alto  grado”:  Estupidez supina, ignorancia supina. Es un adjetivo para hablar mal de alguien, no bien.

2) En la frase “En los siguientes versos, el cantar explica de forma supina como el Cid actuó como era menester...” falta el acento diacrítico al primer “como”.  Sería mejor evitar emplear dos veces la misma palabra en una frase.

3) En “Cantar”, al final del párrafo, hay mayúscula innecesaria.  Al inicio del párrafo es correcto el empleo de minúscula para “cantar”. En cambio, sí corresponde mayúscula cuando se trata de la obra: Cantar del Mio Cid”

4) Hay errata tras “Terrer”, pues hay comilla de cierre, que está suelta.

Podemos decir, por ejemplo:

En los siguientes versos, el cantar explica muy claramente la forma en que el Cid actuó como era menester por aquellos tiempos: sitió la ciudad de Alcocer y le solicitó tributos o «parias» a cambio de no atacarla. También hizo lo propio con algunas otras urbes de la zona, como Ateca y Terrer. El Campeador, de esta guisa (recibiendo más oro del que podía soportar su bolsa y atesorando riquezas) se mantuvo frente a las murallas de Alcocer más de dos meses. O, más concretamente, «15 semanas», en palabras del cantar.