En el portal del diario español El Español del 22 de enero de este año, con el título “Restaurante La Primera, la Cantabria de Paco Quirós en el número uno de la Gran Vía”, se lee en e artículo de María G. Aguado:

 

De Cantabria no tenemos mucho en Madrid, pero lo poquito que tenemos es de una calidad supina. Y eso es porque casi todos los bocados cántabros que se sirven en la capital llevan el sello del chef Paco Quirós. Que un restaurante lleve su firma es sinónimo de buen producto, elaboraciones cuidadas y del buen hacer del norte, en todos los sentidos, también en el de la abundancia. Y ya si uno puede ver toda la Gran Vía desde un salón de decoración tan minimalista como exquisita, esto es el no va más. Estoy hablando de La Primera, el cuarto restaurante del chef en Madrid y el que reúne lo mejorcito de cada casa.

 

Comentario

El adjetivo supino se aplica a una cualidad negativa, que se evidencia en alto grado: ignorancia supina, estupidez supina, etc. En el párrafo el autor dedica halagos a un restaurante, por lo cual, en lugar de destacar, con ese adjetivo se descalifica. Hay quienes creen que, por comenzar en "sup", supino es superior, supremo, etc.

Podemos decir por ejemplo:

 

De Cantabria no tenemos mucho en Madrid, pero lo poquito que tenemos es de una calidad exquisita. Y eso es porque casi todos los bocados cántabros que se sirven en la capital llevan el sello del chef Paco Quirós. Que un restaurante lleve su firma es sinónimo de buen producto, elaboraciones cuidadas y del buen hacer del norte, en todos los sentidos, también en el de la abundancia. Y ya si uno puede ver toda la Gran Vía desde un salón de decoración tan minimalista como exquisita, esto es el no va más. Estoy hablando de La Primera, el cuarto restaurante del chef en Madrid y el que reúne lo mejorcito de cada casa.