En el diario limeño La República del 15 de febrero de este año, con el título “El rubicón de estos tiempos”, se lee en la columna de Diego García Sayán:

 

Sin negar que podría estar aquí simplificando las diferencias entre uno y otro planteamiento ideológico, hay, sin embargo, tres asuntos políticos, conceptuales y éticos mucho más importantes y definitorio que constituyen el verdadero “Rubicón” de nuestros tiempos.

 

Comentario

El autor incurre en error de concordancia en la frase “…hay, sin embargo, tres asuntos políticos, conceptuales y éticos mucho más importantes y definitorio…”. El adjetivo definitorio también debe escribirse en plural.

El Rubicón, especiamente pasar el Rubicón, es de uso común, proviene del río Rubicón, en referencia a la osada decisión de Julio César, que le dio la victoria. Se escribe con mayúscula inicial, sin comillas, por tanto, hay error tanto en el titular como en el párrafo.

Además de su incorrecta escritura, el uso de Rubicón no es el apropiado en el contexto. El autor analiza las diferencias entre la izquierda y la derecha e intenta identificar cuál es el límite entre estas dos ideologías. Tras decir que las diferencias son borrosas, sus conclusiones son oscuras:

 

El tercero y fundamental divisor de aguas es uno fundamental: la corrupción. Que, en su venalidad, fagocita tanto a personajes de “izquierdas” como de “derechas”, sin escrúpulos ni límite. En ese panorama tenebroso, que hoy agobia a buena parte de la región, las ideologías se tornan borrosas. La realidad nos llama a confrontando la ética y la transparencia cruzan un simbólico Rubicón contemporáneo generando graves consecuencias, más allá de las ideologías.

No se entiende con claridad lo que quiere decir, dada la deficiente redacción: repite “fundamental”, en “La realidad nos llama a confrontando la ética” falta algún verbo antes del gerundio “confrontando”. Finalmente, resulta extraño que diga que la ética y la transparencia generen ¡graves consecuencias!

Este último párrafo parece ser otra conclusión:

Los factores que marcan los territorios en estos tiempos están, pues, en disyuntivas como las de decencia/indecencia, honestidad/corrupción y chauvinismo/globalización.

 

Resume las diferencias con antónimos. En este caso, los más apropiado es usar guión: decencia-indecencia.

Pero en nuestro idioma se debe emplear Rubicón para una acción decisiva, osada, valiente, histórica, no para establecer simples diferencias o límites.

 

Podríamos decir por ejemplo:

Sin negar que podría estar aquí simplificando las diferencias entre uno y otro planteamiento ideológico, hay, sin embargo, tres asuntos políticos, conceptuales y éticos mucho más importantes y definitorios que constituyen la verdadera diferencia de nuestros tiempos.