lengua serpiente 2Por Robert Fisk

Dianne Feinstein, presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, presentó el 9 de diciembre el informe sobre técnicas de tortura de la CIA en la guerra contra el terrorismo.

Gracias a Dios por Noam Chomsky. No por toda una vida de asaltos devastadores a nuestra hipocresía política, sino por su lingüística. Mucho antes de llegar a conocerlo, en mis tiempos de estudiante, cuando me afanaba en mi curso universitario de lingüística, el trabajo de Chomsky me alertó sobre el uso pernicioso del lenguaje. Por eso condeno de inmediato la vil semántica del Pentágono y la CIA. No sólo esa vieja frase lobuna “daño colateral”, sino el lenguaje entero de la tortura. O, como la llaman los chicos que torturan en nuestro nombre, “técnicas perfeccionadas de interrogación”.

En el portal de la BBC del 17 de noviembre de este año, con el título “Las tierras que llevaron a la caída de un presidente en Paraguay”, se lee en el artículo de Veronica Smink:

Sin embargo, a último momento el juzgado suspendió el proceso -la segunda postergación que anuncia en 2014- con el justificativo de que no había logrado convocar a unas 50 personas llamadas como testigos.

En el portal del diario español El Mundo del 4 de diciembre de este año, con el título “Lufthansa se mantienen en huelga por tercer día en esta semana”, se lee:

El sindicato de los pilotos, Vereinigung Cockpit (VC), decidió ayer mantener la convocatoria de huelga, que será la tercera en esta semana después de las realizadas lunes y martes, primero en vuelos domésticos y de medio recorrido, para extenderse en la segunda jornada a los intercontinentales.

En el diario limeño El Comercio del 22 de noviembre de 2014, con el título «Lorena Salmón: "Ni un pelo de tontas"», se lee:

La cosa siempre ha sido así. Es un misterio pero las mujeres siempre queremos el pelo que la genética no nos pudo dar. Las lacias añoramos los rulos libres y voluptuosos. Las rizosas gastan un presupuesto designado exclusivamente para plancharse el pelo (aunque esto suena vintage), hacerse el laceado japonés o ponerse keratina en toda la cabeza, práctica que sospecho, además, tóxica porque cada vez que voy a la peluquería y soy testigo de este procedimiento, estilista y cliente tienen que salir al aire libre para hacerlo.

En el portal del diario español El País del 12 de setiembre de este año, con el título «Torres-Dulce: “Se legisla a golpe de alarma social”», se lee:

El jefe de los fiscales aprovecha todas sus comparecencias para reclamar medios y reinvindicar cambios legislativos que otorguen a los representantes del ministerio público mayor autonomía e iniciativa en los procesos penales.

En el portal del diario mexicano El Universal, del 15 de noviembre de este año, con el título “Análisis. La alternancia seguirá esperando en el Cono Sur”, de Daniel Zovatto, se lee:

Este cheque en blanco arroja una sombra de duda sobre un régimen que adolece de instituciones sólidas e independientes que sean capaces de contener el creciente personalismo que caracteriza la gestión de Morales.

En el diario limeño La República del 4 de noviembre de este año, con el título “Morir en Cajamarca”, se lee en la columna de Nelson Manrique:

Es verdad que la violencia provino de ambas partes. De Fidel Flores y sus familiares que lanzaron trozos de ladrillos y bombas incendiarias para impedir que la policía pudiera subir al techo de su vivienda. De los mercenarios contratados por la organizadora del desalojo, que devolvían los mismos proyectiles contra los habitantes de la vivienda, y finalmente de la policía, que no se limitó disparar contra Fidel Flores si no se ensañó cobardemente contra él y sus familiares.

En el diario El Comercio del 1.⁰ de noviembre de este año, se lee en el editorial titulado Ideologizando la salud”:

Por otro lado, no podemos olvidar cómo la ministra De Habich ha sido de las pocas autoridades que durante su gestión, a pesar de las críticas, ha podido enfrentar las constantes amenazas de diversos gremios de trabajadores dentro de su sector, quienes mediante huelgas injustificadas han afectado gravemente la salud de millones de peruanos que no pudieron operarse o atenderse por cientos de días. Decimos injustificadas, ya que las controversias en torno a los beneficios extras reclamados ya habían sido previamente zanjadas en el acuerdo que ellos mismos firmaron en el 2013 con el ministerio y que se comprometieron a respetar hasta el 2015.