Vídeo: feroz cogida a torero Julio Aparicio

La venganza del toro

El torero madrileño Julio Aparicio se recupera de la sófera cornada del toro que lo castigó en el coso de Las Ventas, Madrid. este viernes, aunque el diagnóstico es muy grave.


El bovino lo embistió atravesando su cuerno por la parte inferior de la mandíbula, con salida por la cavidad bucal y perforación de la lengua de Aparicio, con rotura de hueso del maxilar superior, aunque sin daño cerebral.

Estamos en pleno siglo XXI, pero todavía seguimos siendo agredidos por espectáculos como este, pues es una agresión a los pueblos la existencia de las corridas de toros, faena decadente de brutalidad e impiedad.

La ciudadanía no debe cesar de protestar y movilizarse contra esta bestialidad humana. En el Perú la mayoría es católica y ya es tiempo de que la Conferencia Episcopal se pronuncie sin necesidad de “descubrir la pólvora”, no sólo la corrupción (de ello trata su más reciente pronunciamiento) degrada al ser humano, también este espectáculo, que ellos saben fue prohibido desde hace cerca de medio milenio por San Pío V, pontífice que nos dejó la bula De Salutis Gregis Dominici. ¿Por qué no la cumplen, por qué el silencio, si el mandato tiene vigencia moral? (ver Toros: mano negra en la Iglesia).

Es tiempo que el Perú se sacuda de esta tara llamada tradición y entretenimiento. La plaza de Acho y las plazas de provincias se necesitan para verdaderos espectáculos entretenidos o edificantes, no degenerantes.

Ver el vídeo aquí, aunque fuerte, debería hacernos recordar que la humanidad no se merece este tipo de aberraciones.