Casos de transplantes plantean interrogantes sobre memoria del corazón

Un nuevo caso de un paciente que tras recuperarse de un transplante al corazón desarrolló un apetito incontenible por la comida chatarra, preferencia que corresponde a un adolescente que le sirvió de donante, plantea interrogantes sobre la memoria del corazón.


David Waters, de Australia, es uno más de los diversos casos que se reportan de personas que desarrollan los gustos o costumbres de los donantes del corazón que recibieron, lo cual indicaría que el cerebro no es el único órgano capaz de almacenar memoria o perfiles de personalidad.

Antes del transplante, Waters no gustaba de la comida chatarra, pero tras recibir el corazón de Kaden Delaney, de 18 años, quien sufrió la muerte de medio cerebro tras un accidente automovilístico, desarrolló un gusto incontenible por comida chatarra, al punto de no querer consumir otra cosa diariamente, según informó el diario Herald Sun de Australia.

Entonces su familia decidió indagar sobre el donante fallecido y descubrió que el adolescente comía comida chatarra a diario.

Según los científicos, hay más de 70 casos documentados de pacientes que adoptaron rasgos de la personalidad de los donantes.

Uno de los casos más notables es el de la señora Sonny Graham, de Estados Unidos, quien recibió el corazón de Terry Cottle, quien se disparó en la cabeza. Después del transplante, Graham conoció al viudo y se casó con él. Doce años después Graham cogió un revólver y se disparó en la garganta, con lo cual puso fin a su vida.

Otro caso es el de una niña de ocho años que recibió el corazón de una niña de 10 años que murió asesinada. Después del transplante comenzó a tener pesadillas espantosas donde veía un hombre asesinando a la niña donante. Los detalles de los sueños resultaron tan precisos que ayudaron a la policía a capturar al criminal.

Paul Pearsall, investigador de este fenómeno, en su libro The Heart's Code: Tapping the Wisdom and Power of Our Heart Energy, narra diversos casos, entre ellos el de una mujer de mediana edad que súbitamente, tras el transplante, experimentó un gran apetito sexual,. Posteriormente se enteró que había recibido el corazón de una prostituta de 24 años.

Para otros investigadores del fenómeno, conocido como “memoria celular no sólo ocurre con el corazón, sino con otros órganos.

No obstante, Jeremy Chapman, presidente de la Sociedad Internacional de Transplantes, dijo que no hay base para creer que el corazón transfiere memoria y que hay mucho de ficción.