Mató a su compañero de prisión y se lo comió por mirarlo mal

Nicolas Cocaign, el llamado “caníbal de Rouen”, comenzó a ser procesado por la justicia francesa por el asesinato de un compañero de celda, al que mató por mirarlo mal en enero del 2007, en Rouen, Normandía, al oeste de Francia.


El caníbal, cuyo caso horroriza a Francia, comió parte de los pulmones de su víctima, Thierry Baudry, de 41 años, y confesó haberlo hecho “para apoderarse de su alma”, según informa la prensa francesa, que ahora critica este y otros descuidos en el sistema carcelario.

Nicolas Cocaign, padre de dos niños, es de contextura pequeña, cabello corto y rostro con tatuajes y barba cuidada y antes de asesinar a su compañero de celda estaba preso esperando su juicio por intento de violación con arma. Admitió que el crimen lo perpetró durante una pelea por la limpieza de la celda.

El crimen ocurrió cuando, Cocaign se puso furioso por la forma en que Baudry atoraba con papel el inodoro que compartían y lo emplazó en enero del 2007. Entonces se encontró con “una mirada sucia muy agresiva”.

Entonces comenzó un pugilato entre ambos, que escaló con patadas. Cocaign después atacó a su compañero con una tijera y completó el asesinato asfixiándolo con una bolsa de basura.

Tras matar a Baudry, preparó su cena para comerse el corazón de la víctima. Con una hoja de afeitar había abierto el tórax de Baudry y extraído una parte del pulmón, confundiéndolo con el corazón. Se comió una parte y el resto lo frió con cebolla, aceite de oliva, sal y pimienta en una estufa de campamento que los presos están autorizados a utilizar.

A las siete de la mañana, un empleado descubrió el cadáver de la víctima con una herida abierta de unos 10 centímetros a la altura del corazón. De inmediato Cocaign se acusó del asesinato y dijo haber “comido su corazón para apropiarse de su alma”.

Al principio Cocaign dijo haber estado fascinado por los la personalidad interior de Baudry y quiso apoderarse de su alma. Después admitió que tenía curiosidad de saber qué sabor tiene su carne. La autopsia reveló que se la había extraído músculos y un pedazo de pulmón.

Otro preso, David Lagrue, de 36 años, fue testigo de todo estos macabros actos en la misma celda. Al principio trató de evitar la pelea, pero después evitó intervenir y se sospechó de su complicidad, pero fue absuelto. Era el testigo principal, pero quedó tan traumatizado que se suicidó en la cárcel de Evreux en noviembre del 2009.

El jueves se conocerá la sentencia de este proceso donde se acusa a Cocaign de homicidio voluntario, actos de tortura y de barbarie. Los expertos que lo examinaron manifestaron que en el momento de los hechos su discernimiento estaba simplemente “alterado” y consideran que su responsabilidad penal es parcial.

El abogado del caníbal, Fabien Picchiottino, aseguró que para Cocaign se había solicitado tres veces su internamiento psiquiátrico después que intentó obligar a su esposa a sesiones de sexo sadomasoquista, pero todos los intentos fallaron. “No estaríamos en esta situación ahora”, agregó.

Picchiottino dijo que Cocaign fue abandonado por su madre de pequeño y fue criado por padres adoptivos.

Jacqueline Baudry, madre de Baudry dijo que quiere que Cocaign la mire a los ojos y le diga por qué mató y comió el pulmón de su hijo Thierry, que era tan amable que muchos se aprovechaban de él.. “Quiero que lo pague”, reclamó. Badry estuvo preso por extorsión y agresión sexual.