Rescate de mineros alborota a los chilenos


No podría estar más feliz Sebastián Piñera con el rescate de los mineros que permanecen a 622 metros de profundidad en Copiapó, pues los abusos contra los mapuches y otras protestas sociales pasaron a segundo plano.


Los medios chilenos arrojan todos los días. desde el 5 de agosto, un flujo de aburridas y prácticamente repetitivas noticias, las cuales estarían a punto de terminar por fin entre esta noche y la madrugada.

Los equipos de rescate esperan extraer en una cápsula, por medio de un sistema de poleas, a los 33 mineros, uno por uno, a través de una perforación realizada para ese fin.

En tanto, la hora de inicio se pospone mientras hasta la iglesia chilena se presta a la batahola anunciando que repicará campanas en todo el país con cada minero rescatado. Esa misma iglesia nunca se preocupó en repicar campanas por cada torturado liberado ni ha defendido a los indígenas despojados. Es la misma iglesia que a los criminales y saqueadores de peruanos llama héroes y mantiene una placa en su honor en su catedral, no se podía esperar otra cosa, pues calla muchas cosas.

Esperemos, no obstante, que el circo termine sin contratiempos para que los mineros salgan ilesos a normalizar sus vidas; y que en Chile y en otros países reflexionen sobre el respeto a la vida de los trabajadores, contra la cual atentan la informalidad, el subdesarrollo y las ansias de dinero fácil.