Rematar la intimidad con fondos públicos, el nuevo reto del gobierno británico

Gran Bretaña, que ya cuenta con una importante red de cámaras de vigilancia, podría convertirse en un verdadero 'estado orwelliano'. El gobierno británico busca aprobar una ley antiterrorista que permitirá al Gran Hermano vigilar a los ciudadanos de forma permanente y que sea financiado por su propio bolsillo.

 

Si se concreta esta iniciativa promovida bajo la bandera antiterrorista, las autoridades podrán conocer a golpe de ratón todos los aspectos de la vida de los ciudadanos: los lugares que uno visite, todos los mensajes que envíe desde su teléfono móvil, sus desplazamientos, todo lo que diga, haga y hasta lo que escriba a través de su correo electrónico y mensajes de Facebook.

Toda la información quedará almacenada en los servidores de empresas proveedoras de servicio de banda ancha y telefonía móvil por espacio de un año. Aunque esto no abarcará las conversaciones telefónicas y los mensajes de voz, las autoridades podrán conocer igualmente con quién mantuvo una conversación, cuándo y desde qué lugar.

Los detractores de la idea, principalmente los defensores de los derechos ciudadanos en materia digital, señalan que la medida vulnera la privacidad y lleva a las personas a vivir en con miedo, atenazadas por un constante sentimiento de persecución. RT.