Mientras tanto, las fuerzas del gobierno sirio continúan bombardeando el barrio residencial Douma, en Damasco, con artillería pesada.

En las Naciones Unidas, la Relatora de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, declaró que armar a ambas partes del conflicto sirio está provocando una situación peligrosa.

 

Navi Pillay declaró: “Hay un riesgo de que el conflicto empeore. El suministro de armas al gobierno sirio y a sus opositores está aumentando la violencia. Es preciso evitar a toda costa cualquier militarización mayor del conflicto”.