El fanatismo sangriento musulmán está arrastrando a Egipto a un creciente vórtice de violencia demencial que deja ya al menos 525 muertos, entre fundamentalistas y miembros de las fuerzas represivas del gobierno.
Según el ministerio de Salud de Egipto. en el desalojo de los campamentos de partidarios de Mohamed Mursi perecieron 525 personas, entre ellos 43 policías, mientras que los heridos alcanzan las tres mil 717 personas, indican diversas agencias noticioiosas.
Los fanáticos, liderados por los Hermanos Musulmanes, exigían el retorno del derrocado presidente Mohamed Mursi, en medio de protestas donde corren millones de dólares provenientes de Arabia Saudita.
Unos 137 hallaron la muerte en la plaza Rabaa al-Adawiya de El Cairo, mientras que en la plaza al-Nahda la cifra de fallecidos fue de 57 personas. Las otras bajas ocurrieron en el resto del país, esto sin contar los atentados contra civiles, en especial cristianos, perpetrados en los últimos meses.
En tanto, por su parte, el vicepresidente de Egipto y premio Nobel de la Paz en 2005, Mohamed el-Baradei, dimitió el miércoles tras conocerse el primer saldo de 149 muertos.
Ver vídeo aquí (The New York Times).
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