Buques de guerra rusos visitan Venezuela

Por: Redes alternativas

La expedición de buques de la Flota del Norte de Rusia en el mar Caribe donde realizará maniobras conjuntas con embarcaciones de la Armada de Venezuela se perfila como uno de los acontecimientos de resonancia informativa más destacables del año.


La presencia de buques de guerra rusos en el mar Caribe es un asunto que merece un análisis profundo, pero lo que salta a la vista, es que la actual situación política obliga a recordar los tiempos de la "guerra fría", incluso para aquellos que rechazan de plano la resurrección de ese fantasma histórico.

Al comparar la flota rusa con la armada de Estados Unidos o la OTAN , en general se subraya la enorme superioridad numérica del potencial naval estadounidense y de la alianza, lo que supuestamente, incluso en el campo teórico, descarta que Rusia pueda lograr éxitos militares más o menos importantes con ayuda de su armada, sobre todo, con la flota de buques de superficie.

Pero el acorazado nuclear "Pedro el Grande", lo mismo que el buque antisubmarino "Almirante Chabanenko", son los buques de mayor desplazamiento y los más modernos de la armada rusa, y su inclusión a la expedición en el Caribe expresa la voluntad no sólo de exhibir en esas latitudes el estandarte ruso, sino también mostrar la capacidad que tiene Rusia para defenderlo.

Crucero Pedro el Grande

Las características táctico-operativas de ambos buques permiten ser utilizados en misiones con diversos objetivos. Así, el Pedro el Grande" con sus 25.000 toneladas de desplazamiento está provisto con misiles supersónicos P-700 Granit (20 misiles supersónicos) con carga convencional o nuclear en capacidad de hundir buques de cualquier tipo, incluso portaviones y hasta flotas enteras. Además, cuenta con un potente arsenal de armas antisubmarinas y artillería pesada, lo que garantiza una amplia y prolongada capacidad de combate.

El buque antisubmarino "Almirante Chabanenko" tiene misiles antibuque Moskit, y también sistemas de defensa antiaérea, aunque su aplicación principal es la detección y destrucción de sumergibles. En condiciones de combate complicadas, los dos buques se complementan y pueden ocasionar graves daños a cualquier tipo de adversarios, al tiempo de que pueden permanecer imbatibles durante largo tiempo.

En las actuales circunstancias, el objetivo de la misión rusa en el Caribe es más importante que las posibilidades operativas de sus dos buques de guerra. Al respecto se puede constatar que el Gobierno del país comprende las posibilidades de su flota al utilizarla en tareas políticas importantes desde la imposición de la paz en Georgia hasta la demostración de fuerza en la retaguardia de EE. UU.

Es de esperar que tras el reconocimiento del papel que cumple la armada en la estructura de las Fuerzas Armadas de Rusia, el Gobierno pondrá en marcha programas para modernizar la flota y equiparla con armamento moderno porque sin esto, las misiones para ostentar la bandera rusa en poco tiempo dejara de tener efecto.

El crucero ruso de propulsión nuclear "Pedro el Grande" se dirige a las costas de Venezuela, donde participará en las primeras maniobras navales ruso-venezolanas, informó el ministerio de Defensa ruso.

Rumbo al Caribe también se encuentra el destructor Almirante Chabanenko, según fuentes ministeriales citadas por la agencia Interfax.

En esas maniobras, que coincidirán con la primera visita a Venezuela del presidente ruso, Dmitri Medvédev.

La flotilla rusa partió a finales de septiembre de su base de Severomorsk, en el mar de Barents, y está previsto que llegue a Venezuela tras recorrer 15.000 millas y hacer escala en Libia.

El portavoz de la Marina de Guerra rusa, capitán de navío Igor Digalo, confirmó que junto al "Pedro el Grande" navegan el gran buque antisubmarino "Almirante Chabanenko" y varias embarcaciones de apoyo. Al frente del destacamento viaja el segundo jefe de la Flota del Norte, vicealmirante Vladimir Koroliov, anunció la fuente.

Con cuatro reactores nucleares como propulsores, el crucero lanzamisiles es el mayor de su tipo en el mundo y en su dotación incluye helicópteros, 20 lanzacohetes de crucero Granit, 12 lanzamisiles antiaéreos y sistemas Vodopad antisubmarinos. Digalo subrayó que la escuadrilla observará las normas del Derecho Internacional y cumplirá misiones de acuerdo con las normativas sobre el empleo de la Marina de Guerra en tiempos de paz. La partida de la expedición coincidió con el inicio de las maniobras de fuerzas estratégicas Estabilidad 2008, desde la frontera con Polonia hasta Kamchatka, Lejano Oriente ruso, en la ribera del Pacífico.

Apenas 72 horas antes, un submarino concluyó exitosamente el ensayo del disparo de un misil intercontinental Bulava, armamento que entrará en dotación en 2009, según anunció el Ministerio de Defensa.