Un policía que mató a un preso que se encontraba enmarrocado fue exculpado, pero un reciente vídeo muestra la cruda escena, que ha puesto el caso al escrutinio público tras la demanda atendida del diario El Paso Times, de mostrar la grabación del crimen perpetrado en una prisión de El Paso, Texas.

mata esposado Daniel Saenz Texas

 La víctima, Daniel Sáenz, quien fue detenido el 8 de marzo de 2013 por agresión en un establecimiento local.

Sáenz, fisicoculturista, fue detenido y en la cárcel golpeó su cabeza y se causó lesiones, por lo cual decidieron trasladarlo a un establecimiento de salud mental tras mostrarse violento y presuntamente agredir a un policía y empleados del centro.

Cuando el preso, ya esposado, era trasladado fuera de la institución mental, se resistía a caminar, por lo que decidieron arrastrarlo.

En esas circunstancias, el preso forcejeaba y no podían dominarlo, cuando el policía, José Flores, no tuvo mejor remedio que dispararle.

La bala atravesó su hombro y su pecho y Sáenz se desangraba y forcejeó todavía, hasta que perdió fuerzas. Entonces el policía intentó maniobras de resucitación, que al parecer aceleraron la hemorragia.

Finalmente, llamaron al personal asistencial de salud, que ingresó cuando ya había dos chorros de sangre que corrían en el suelo a ambos lados del hombre, quien pereció al llegar al hospital.

Lo insólito es que Equipo de Revisión del Departamento de Policía de El Paso de Texas, justificó el disparo debido a la fuerza del detenido.

Al parecer el preso no tenía una enfermedad mental congénita, sino que sufría los efectos de la droga llamada sales de baño, pues la necropsia determinó la presencia de dimetilamilamina.

Es increíble que en un país de primer mundo el personal policial no esté preparado para reducir adecuadamente a un preso en estas circunstancias, pues en ese país existen muchos productos químicos y artefactos eléctricos que podrían haber permitido controlar totalmente al hombre. Por ejemplo aplicándole éter al rostro con un paño, gas pimienta, etc. El agravante es que estando esposado, el detenido no constituía riesgo mayor para el policía y el empleado.

Ver vídeo aquí (advertencia: las escenas son fuertes).