Árabes elogian a periodista que lanzó zapatos a  Bush


Diarios del mundo árabe y la gente en las calles elogian al reportero iraquí Muntadhar al-Zeidi, quien  lanzó sus zapatos al presidente George W. Bush y lo llamó “perro” y  miles de iraquíes salieron a las calles para exigir la libertad del periodista, a quien calificaron de héroe.


El hombre de prensa fue detenido por los servicios iraquíes de seguridad y fue interrogado para saber si le pagaron para atacar a Bush durante una conferencia de prensa la víspera en Bagdad.

Además, se le realizaron exámenes para determinar la presencia de drogas o alcohol, y los zapatos quedaron retenidos como evidencia, según funcionarios iraquíes.

Entre los árabes, mostrar la suela de los zapatos a una persona es señal extrema de falta de respeto y desprecios, pero lanzarle los zapatos es aún peor.

Diarios de todos los países árabes publicaron fotos de Bush esquivando los zapatos, y estaciones televisivas transmitieron una y otra vez el incidente. "Irak considera el domingo como el día internacional de los zapatos", dijo un mensaje de texto que circulaba el Riad, capital de Arabia Saudita.

Periodistas palestinos en la ciudad cisjordana de Ramalla bromearon acerca de quién tendría el valor suficiente para lanzarle los zapatos a la secretaria de estado norteamericana Condoleeza Rice.

El mandatario estadounidense dialogaba con los reporteros el domingo acompañado del primer ministro de Irak, Nuri al-Maliki, cuando el hombre gritó en árabe "¡Este es un beso de despedida, perro!" y le arrojó los zapatos. "Esto es por las viudas, los huérfanos y todos los muertos en Irak", agregó.

Muntadhar al-Zeidi es corresponsal de la estación de televisión iraquí Al-Baghdadia, con sede en El Cairo.

Ghazi Abu Baker, un tendero de 55 años en la ciudad cisjordana de Jenin, afirmó: "Este periodista debería ser elegido como presidente de Irak por lo que ha hecho".

La estación de televisión Al-Baghdadia, donde trabaja al-Zeidi, transmitió el lunes repetidamente pedidos a las autoridades para que pongan en libertad al reportero, en tanto mostraba imágenes de explosiones y reproduciendo una música de fondo que denunció la presencia militar estadounidense en Irak.