Fidel aboga por salida al mar para Bolivia


Deja irritados a chilenos


En el transcurso de esta semana, la presidenta chilena Michelle Bachelet visitó Cuba, se entrevistó con Fidel Castro y con las máximas autoridades del país caribeño. En gesto político solidario, la presidenta Bachelet expresó su oposición al bloqueo económico impuesto por los EE. UU. contra Cuba.


Todo estuvo bien para la señora Bachelet hasta que el día 12 del presente se publicó una nota de Fidel Castro titulada “Encuentro con la presidenta de Chile Michelle Bachelet”1. En ella Fidel Castro exalta las cualidades de la presidenta Bachelet y destaca el hecho de que en Chile se haya elegido por medios democráticos un gobierno de izquierda. Menciona las fechorías de Augusto Pinochet, la lucha de Salvador Allende y las cualidades de laboriosidad del pueblo chileno.

A renglón seguido de referirse a Pinochet, Fidel Castro escribe:

“A pesar de ello, no ha sido ni es aún fácil deshacer la urdimbre legal que, con la ayuda yanki, la oligarquía vengativa y fascista ata a la nación chilena, digna de un mejor destino.

Esa misma oligarquía hace más de cien años le arrebató a Bolivia, en la guerra desatada en 1879, la costa marítima que le daba amplio acceso al Océano Pacífico.

Bolivia sufrió una extraordinaria humillación histórica en aquella contienda. No solo le arrebataron la costa marítima y la salida al mar, sino que privaron a ese país, de origen auténticamente americano, sobre todo aimaras y quechuas, de extensos territorios muy ricos en cobre que constituían la mayor reserva del mundo, que habiendo sido explotadas durante 130 años, hoy su producción se eleva a 5 millones 364 mil de toneladas anuales y aporta a la economía chilena alrededor de 18 mil 452 millones de dólares anuales. No se concibe la sociedad moderna sin el cobre metálico, cuyos precios tienden a elevarse.”


Lo que expresa Fidel Castro es que pese a la presencia de un gobierno “de izquierda”, Chile continúa atado a oscuros intereses, los mismos que tiempo atrás llevaron a la nación sureña a desatar la guerra contra Bolivia y el Perú para robarles territorios. Al Perú robó Chile parte de su litoral, pero a Bolivia le quitó todo.

La exposición de Fidel Castro no se limita a Bachelet ni a este gobierno, señala a Chile como Estado en su contexto histórico, es Chile que sostiene el mismo comportamiento desde antes de 1879 hasta la fecha.

Sinvergüencería de la Bachelet

Enterada del artículo de Fidel (que no gobierna Cuba), Michelle Bachelet expresó su disgusto al presidente Raúl Castro, puesto que ella defiende la posición chilena consistente en que cuando Chile roba territorio de sus vecinos ningún país debe oponerse, ni poner en tela de juicio la usurpación que hasta hoy ejecutan los chilenos de territorios de Bolivia y del Perú. Fastidiada por los conceptos vertidos por Fidel Castro, la presidenta chilena ha declarado:

"Por las equívocas declaraciones que fueron difundidas en un artículo tras mi visita de cortesía al ex gobernante de Cuba, le he señalado, como siempre los hemos señalado como país, que no aceptamos las injerencias de terceros ni en asuntos domésticos ni en asuntos bilaterales".

Lo único rescatable o comprensible —si hay algo—de las palabras de Bachelet es que un extranjero no debe inmiscuirse en los asuntos internos de otro país; pero eso de “asuntos bilaterales” es una tremenda sinvergüencería de la chilena, quien cree que los abusos que ante los abusos y robos que comete Chile contra sus vecinos los demás países deben observar en silencio o decir “amén”. El despojo territorial que sufre Bolivia por parte de Chile es algo clamoroso, que no puede dejar a nadie indiferente.

Viviendo en el mundo de la ratería que es Chile, los políticos y diplomáticos de ese país creen que por ir bien vestidos o hablar bonito merecen el respeto de todos los extranjeros. No señor: por la usurpación territorial que comete contra Bolivia y el Perú, Chile es país delincuente que merece desprecio y rechazo, y ésta es una realidad que los chilenos no pueden ignorar. No va a pasar mucho tiempo y en calles y plazas de América Latina o Europa los diplomáticos y políticos van a ser abucheados y los periodistas les preguntarán cuándo van a devolver los territorios robados.

Una inexactitud de Fidel

Tenemos que reconocer que el caudillo cubano es una de las raras personas que tiene la entereza de enfrentar directamente el drama que sufre Bolivia por el despojo de su litoral por parte de Chile; pero, por otro lado, es necesario señalar una inexactitud. Él escribe: “A pesar de ello, no ha sido ni es aún fácil deshacer la urdimbre legal que, con la ayuda yanki, la oligarquía vengativa y fascista ata a la nación chilena, digna de un mejor destino”, enunciado que presenta a Chile como víctima o instrumento del imperialismo.

Es cierto que existe el agresivo imperialismo de parte de Estados Unidos y sabemos también que tiene a Chile como sirviente y capataz de esta parte del continente; por eso le da armas y lo estimula a robar más territorios. Hasta aquí podemos estar de acuerdo con las palabras de Fidel, pero discrepamos cuando dice que hay una urdimbre del imperialismo yanqui y de la oligarquía chilena que “ata” a Chile. Eso no es así.

La guerra de rapiña de 1879-1883, llamada también “Guerra del Pacífico”, que los rateros chilenos emprendieron contra Bolivia y el Perú para robar territorio, fue premeditada décadas antes, sin la intervención de ningún imperialismo, desde que el cleptómano Diego Portales deliraba sobre la “necesidad” chilena de lograr la hegemonía en el Pacífico Sur, lo cual suponía la agresión armada que se produjo luego de una prolongada campaña política y publicitaria que predispuso a la opinión pública chilena contra Bolivia y el Perú, envenenamiento ideológico en el cual hasta el clero participó con prédicas ardientes, donde exacerbaban el espíritu ladrón del populacho estimulándolo a atacar y castigar al Perú para que no se levante “en cien años”, por ello el criminal Patricio Lynch se dedicó a incendiar, dinamitar vías férreas, ingenios azucareros y toda clase de medios de producción, además de cobrar cupos al mismo estilo de Abimael Guzmán, con lo que fue el precursor del terrorismo en América del Sur.

Tengamos claro pues que el espíritu de latrocinio por parte de Chile no es cuestión de una oligarquía, es un asunto en el cual desde Portales trabajaron y trabajan hasta ahora, de modo que desde los presidentes de Chile hasta el último barredor o el último campesino más pobre tienen bien grabado en su mente que deben defender los latrocinios cometidos, deben alabar a la banda de saqueadores y asesinos de 1879 y deben estar preparados para más latrocinios si fuese posible. Para todos ellos es una ofensa cualquier cuestionamiento contra los despojos que perpetraron.

De alguna manera las palabras de Fidel Castro, su señalamiento público, ponen las cosas en su sitio y favorecen la posición peruana, puesto que se hace transparente ante el mundo que quien despojó de su litoral a Bolivia fue Chile y que, por tanto, corresponde a ese país agresor devolver algo del litoral boliviano sin involucrar al Perú en este asunto2.

Asunto bilateral, otra sinvergüencería

Hemos comprobado que, en respuesta a Fidel Castro, Bachelet sale a decir que la salida al mar de Bolivia es asunto bilateral de Bolivia y Chile y que ningún país más tiene derecho a intervenir.

Estas declaraciones demuestran el esquizofrénico doblez de Bachelet, en lo cual la secundan todos los chilenos:

  • Cuando se trata de engañar a los bolivianos —engaño que repiten una y otra vez—, les dicen que no les pueden dar mar porque en el asunto el Perú tiene que intervenir y que el Perú es un obstáculo para ello.
  •  
    Como la mentira se sustenta en patas cortas, ahora que salen a responder a Fidel Castro dicen que la salida al mar de Bolivia es exclusivamente un asunto bilateral, de Chile y Bolivia. El Perú nada tiene que hacer en ese asunto, pues es Chile el que arrebató territorios a Bolivia, no el Perú.
No sorprende nada. Todos los rateros y delincuentes siempre entran en contradicciones, como este país enemigo y usurpador de tierras de sus vecinos.


Lo que se espera de ciertos políticos y mermeleros peruanos

Antes de este incidente entre Cuba y Chile, ciertos políticos peruanos mostraban un rechazo visceral contra Fidel Castro y Cuba, pues lejos de ser imparciales y analizar lo malo, pero también lo bueno, se dedicaban a ver sólo lo malo y la falta de libertad en Cuba.

Con esta intervención de Castro no dudamos en que sus baterías se recargarán contra Fidel Castro y los cubanos, por haberse atrevido a tocar a los chilenos, de quienes reciben prebendas.


1 Ver versión completa en Fidel Castro: Encuentro con la presidenta de Chile Michelle Bachelet.

2 Ver: La salida al mar para Bolivia

Texto en Prensa Latina:


Fidel Castro: Encuentro con la presidenta de Chile Michelle Bachelet

La Habana, 13 feb (PL) El líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, conversó con la presidenta chilena, Michelle Bachelet, quien _dijo_ le hizo el honor de escucharlo con interés, conversar cálidamente y expresar con amplitud sus ideas.
# Califica Bachelet de importante encuentro con Fidel Castro

A Michelle Bachelet le correspondió el mérito de ser electa como Presidenta de Chile por el voto mayoritario otorgado al Partido Socialista que la postuló, explicó.

En una reflexión intitulada Encuentro con la presidenta de Chile Michelle Bachelet publicada en el sitio digital Cubadebate, Fidel Castro recordó que por primera vez en los últimos años en América Latina una organización de izquierda había obtenido tal victoria, sin apoyo del dinero, las armas y el aparato de publicidad yanki.

Aún más, agregó, esa distinción correspondió al Partido Socialista de Salvador Allende, que murió bajo el artero ataque aéreo directo a La Moneda, donde ejercía ese cargo como Presidente Constitucional de Chile. No pidió ni concedió tregua. Estaba resuelto a morir en su puesto, como había prometido.

Fidel Castro explicó que a punto de cumplirse el segundo siglo de su rebelión contra la metrópoli española, Bolívar despierta de nuevo en la acción revolucionaria de Chávez.

Si el nuevo líder, que conduce a su combativo pueblo no lograra el objetivo, es difícil que algún otro líder pudiera alcanzarlo, añadió. Los recursos mediáticos de la oligarquía y el imperio no podrían ser superados.

¿Qué hacer entonces para que este planeta dejara de ser como el infierno de Dante, donde un letrero a su entrada exigía dejar toda esperanza?, se preguntó.

Albergo sin embargo la seguridad de que en Venezuela la Revolución obtendrá la victoria, y en Chile vencerá definitivamente el ideal del socialismo, por el cual luchó y dio su vida Salvador Allende, afirmó.

De estos temas, reveló, conversé con Michelle Bachelet, quien me hizo el honor de escucharme con interés, conversar cálidamente y expresar con amplitud sus ideas.

Prensa Latina transmite a continuación el texto íntegro: Reflexiones del compañero Fidel:


ENCUENTRO CON LA PRESIDENTA DE CHILE MICHELLE BACHELET

No importa lo que yo diga sobre el amistoso encuentro, algunas agencias y publicaciones tomarán la información y divulgarán que el anciano, el convaleciente de una grave enfermedad o algún otro calificativo dirigido a reducir el modesto valor de lo que expresé a mi prestigiosa interlocutora.

A Michelle le correspondió el mérito de ser electa como Presidenta de Chile por el voto mayoritario otorgado al Partido Socialista que la postuló. Por primera vez en los últimos años en América Latina una organización de izquierda había obtenido tal victoria, sin apoyo del dinero, las armas y el aparato de publicidad yanki.

Aún más esa distinción correspondió al Partido Socialista de Salvador Allende, que murió bajo el artero ataque aéreo directo a La Moneda, donde ejercía ese cargo como Presidente Constitucional de Chile. No pidió ni concedió tregua. Estaba resuelto a morir en su puesto, como había prometido.

La traición del siniestro Jefe del Ejército Chileno, que fingió a todos y a todos engañó hasta el último momento no tuvo precedentes.

Hasta la casa en que moraba su familia, en Tomás Moro, también fue atacada y destruida.

En momentos muy duros de aquella etapa, cuando detrás quedaban miles de torturados, asesinados y desaparecidos, una mujer muy joven, Gladys Marín, dirigía al Partido Comunista de Chile, forjado durante decenas de años de esfuerzos y sacrificios de la clase obrera chilena, que la llevó a esa responsabilidad.

Gladys Marín y su Partido no se equivocaron, dieron todo su apoyo a Michelle Bachelet, determinando así el fin de la influencia de Augusto Pinochet. No se podía admitir que el tirano diseñado y llevado al poder por el imperio rigiera una vez más los destinos de Chile.

La opinión mundial aborrecía su comportamiento.

A pesar de ello, no ha sido ni es aún fácil deshacer la urdimbre legal que, con la ayuda yanki, la oligarquía vengativa y fascista ata a la nación chilena, digna de un mejor destino.

Esa misma oligarquía hace más de cien años le arrebató a Bolivia, en la guerra desatada en 1879, la costa marítima que le daba amplio acceso al Océano Pacífico.

Bolivia sufrió una extraordinaria humillación histórica en aquella contienda. No solo le arrebataron la costa marítima y la salida al mar, sino que privaron a ese país, de origen auténticamente americano, sobre todo aimaras y quechuas, de extensos territorios muy ricos en cobre que constituían la mayor reserva del mundo, que habiendo sido explotadas durante 130 años, hoy su producción se eleva a 5 millones 364 mil de toneladas anuales y aporta a la economía chilena alrededor de 18 mil 452 millones de dólares anuales. No se concibe la sociedad moderna sin el cobre metálico, cuyos precios tienden a elevarse.

Otros valiosísimos minerales y productos naturales, algunos ya agotados y otros nuevos de altísimos precios, han aparecido. No se sabe cuáles de ellos eran chilenos y cuáles bolivianos.

Evo Morales, actual presidente de Bolivia, no por ello guarda rencor alguno, sino al contrario ofreció su territorio para una amplia y moderna vía, por donde podrán enviarse a muchos mercados del mundo los productos de la eficiente industria de Chile, en pleno auge y desarrollo, con sus laboriosos y productivos trabajadores.

Chile es especialmente eficiente también en la producción de nutritivos alimentos y maderas de alta calidad, en sus tierras agrícolas, sus montañas y su privilegiado clima.

No hay otro país que lo supere en la eficiencia de sus cultivos marítimos y de productos tan demandados como el salmón y otras especies cultivadas o naturales, en sus ricas aguas marítimas y terrestres.

Estamos hoy muy próximos al 15 de febrero, día del referéndum sobre la enmienda constitucional, en la hermana República Bolivariana de Venezuela.

José Martí fue el más profundo pensador revolucionario que ha tenido Cuba y nuestro Héroe Nacional. Frente a la imagen de granito de ese pensador, Michelle Bachelet depositó una ofrenda floral en nombre de su pueblo, que mucho agradecemos.

De Bolívar, dijo hace 115 años: “Lo que él no dejó hecho, sin hacer está hoy; porque Bolívar tiene que hacer en América todavía”.

“Bolívar despierta cada cien años”, sentenció por otro lado el gran poeta chileno Pablo Neruda.

A punto de cumplirse el segundo siglo de su rebelión contra la metrópoli española, Bolívar despierta de nuevo en la acción revolucionaria de Chávez. Si el nuevo líder, que conduce a su combativo pueblo no lograra el objetivo, es difícil que algún otro líder pudiera alcanzarlo. Los recursos mediáticos de la oligarquía y el imperio no podrían ser superados.

¿Qué hacer entonces para que este planeta dejara de ser como el infierno de Dante, donde un letrero a su entrada exigía dejar toda esperanza?

Albergo sin embargo la seguridad de que en Venezuela la Revolución obtendrá la victoria, y en Chile vencerá definitivamente el ideal del socialismo, por el cual luchó y dio su vida Salvador Allende.

De estos temas conversé con Michelle Bachelet, quien me hizo el honor de escucharme con interés, conversar cálidamente y expresar con amplitud sus ideas.

Estaré siempre satisfecho de su amistosa visita.

Fidel Castro Ruz Febrero 12 de 2009 5 y 12 p.m.

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