Tras funerales del terremoto en Italia no hay esperanza de hallar sobrevivientes

Hasta ahora son 291 muertos

L’Aquila enterró a sus muertos del terremoto en multitudinaria ceremonia realizada,  en la escuela de la policía de Hacienda de Coppito, uno de los pocos locales construidos con estándares antisísmicos, mientras que algunos prefirieron las ceremonias particulares.


En la ceremonia central se colocaron 205 ataúdes, entre los cuales había 20 niños, a los que se enterró con ataúdes blancos, algunos colocados sobre las cajones que contenían los restos de sus padres. Sobre algunos había juguetes que empleaban los pequeños cuando vivían.

Benedicto XVI mediante su secretario personal, padre Georg Gaenswein, leyó el mensaje papal antes del comienzo de los funerales por las 289 víctimas de la tragedia. El Papa dedicó palabras a los damnificados en la misa del jueves. El romano pontífice también envió a la zona a su secretario de Estado, el primer ministro del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone. Se consideró también a seis islámicos, para los cuales se recitaron oraciones musulmanas, a cargo de Mohammed Nour Diachan, imán de una de las comunidades islámicas de Italia.

Bertone mostró su preocupación por la situación de los damnificados y llamó la atención por el hecho de que los bancos acosan la población por  hipotecas sobre casas derrumbadas y amenazan con embargar incluso las ruinas que ha dejado el terremoto. “Eso se llama mercado”, deploró.  Ayer el Gobierno congeló, en esta zona, las hipotecas, que podrán renegociar. También les congeló los recibos de luz y gas por dos meses, pero la reconstrucción llevará años.

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, estuvo en la ceremonia con ministros, autoridades y líderes de partidos en medio de comentarios de que la tragedia coincide con la campaña electoral europeas, por lo que llama la atención ver en estas tierras tan apartadas vinieran a tantos políticos para tomarse fotos entre las ruinas y los damnificados.

"Agradezco a la gente de los Abruzos su gran seriedad y compostura; es una gran lección para todos los italianos", manifestó  el primer ministro Silvio Berlusconi.

Siguiendo al funeral de Estado, la cifra de víctimas mortales se elevó a 291, tras el hallazgo de más cuerpos entre los escombros. Las personas con viviendas derrumbadas son unas  40 mil.

El último de los cuerpos fue detectado por los perros especializados bajo  las ruinas de un edificio de cuatro plantas en L'Aquila. Los canes  dejaron de ladrar durante la madrugada y las autoridades creen que pudieron haber respondido al olor de un cadáver, o incluso a la presencia de sangre humana. En ese lugar fueron rescatados unos nueve cadáveres.
Siendo ya el sexto día tras el terremoto, se esfuman las esperanzas de encontrar personas con vida, pues la última encontrada con vida fue una joven de 20 años, el martes.

En tanto, la Agencia de Protección Civil informó que la búsqueda casi ha terminado y es posible  que concluya el domingo.

Pero la naturaleza no deja de asustar a los golpeados pobladores de Abruzzo, quienes siguen soportando las réplicas del terremoto.

Para poder enfrentar la destrucción de viviendas, el primer ministro, Silvio Berlusconi, informó que casi 24.000 personas viven en tiendas de campaña de emergencia y 15 mil en hoteles y casas privadas. El propio Berlusconi, que es millonario —el segundo más rico de Italia— ofreció acoger a los afectados en tres de sus propiedades. "Vayan a la costa. Es Pascua, tomen un descanso y nosotros lo pagaremos", dijo Berlusconi el martes a víctimas en un campamento.
El Gobierno anunció una investigación después de que el presidente, Giorgio Napolitano, denunció que la construcción de mala calidad podría haber sido la causa del derrumbe de edificios modernos que supuestamente eran a prueba de sismos.

Equipos de fútbol italianos anunciaron que los ingresos de los partidos de este fin de semana serán donados a las víctimas. Universidades, periódicos, canales de televisión y diversas organizaciones hicieron colectas. La popular Madonna donó una "importante suma" a las víctimas, pues sus abuelos paternos vivieron en un pueblo en el área hasta 1919.