La “ayuda” que EE.UU. pretende ingresar a la fuerza en Venezuela no podría compensar el daño que han causado sanciones estadounidenses a los venezolanos.

El director del Departamento de América Latina del Ministerio de Exteriores de Rusia, Alexander Schetinin, realizó estas declaraciones el miércoles durante una entrevista con la agencia local de noticias Sputnik en la que tildó de “hipócritas” los intentos de Washington para entregar “ayuda humanitaria” a Venezuela, mientras EE.UU. es el principal responsable de la difícil situación económica en el país bolivariano por sus injustas y unilaterales sanciones.

“El endurecimiento de la asfixia económica y financiera a la que recurre el Gobierno estadounidense, de ninguna manera contribuirá a atenuar la situación en la que se encuentran la economía venezolana y la esfera social debido a esas sanciones”, censuró.

El funcionario ruso consideró la supuesta ayuda estadounidense como un tema politizado en línea con el complot golpista que lidera Washington contra el presidente legítimo de Venezuela, Nicolás Maduro, quien salió ganador de las elecciones de mayo de 2018 con más de 6 millones de votos (el 68 % del total).

La asistencia humanitaria “debe ser despolitizada, imparcial y neutral, y contribuir a una mejora de la vida de la gente y no a conseguir los intereses mezquinos de ciertas fuerzas políticas implicadas, a veces, en actos de violencia”, dijo el director del Departamento de América Latina de la Cancillería rusa.

Schetinin subrayó también que si alguien busca realmente otorgar ayuda humanitaria a Venezuela debería hacerlo mediante organismos internacionales como lo ha estado haciendo Moscú a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, respalda omnímoda un golpe de Estado en Venezuela, de hecho, reconoció de inmediato la autoproclamación como presidente interino de Venezuela del líder opositor Juan Guaidó, ha impuesto nuevas rondas de sanciones contra varios funcionarios y entidades venezolanos, e incluso ha amenazado con “tomar acciones militares” para materializar su complot.

En un plan coordinado con varios de sus aliados regionales, Washington ha tratado de introducir una presunta “ayuda” humanitaria en Venezuela. Dicha iniciativa es rechazada por el presidente venezolano al considerarla como un “caballo de Troya”, que en realidad oculta armas dirigidas a grupos ultraderechistas para desestabilizar el país y justificar una invasión del imperio estadounidense.

 

Hispantv, 07.03.1019