Por Jhon Valdiglesias*

Para graficar este aspecto de las relaciones internacionales, podemos afirmar que las relaciones entre Europa y China son actualmente opuestas a las que se observa entre América Latina y China. En efecto, en la región Latinoamérica China es vista como un socio estratégico en diversas esferas por su potencial importar de productos dada su enorme demanda, sus inversiones sobre todo en infraestructura; incluso su oferta de turistas. De otro lado, los productos y la inversión china prácticamente no son bienvenidas en Europa; menos otros aspectos como el modelo de desarrollo chino y su mayor presencia en la esfera mundial.

En este marco general China ha sabido ganar algunas concesiones; por ejemplo, Alemania ha sido el país europeo que más ha invertido en China y también ha recibido mucha inversión extranjera de parte del país asiático; también China ha logrado importantes flujos de alta tecnología proveniente de Alemania a través de diversos medios practicados por ellos. Recientemente, China ha conseguido que una de las potencias más importantes de Europa: Italia se una a proyecto de “Ruta de la Seda” (proyecto impulsado por el actual presidente Xi Jinping sobre la base de las antiguas rutas de China a Roma realizadas por Marco Polo), lo cual ha generado el rechazo sobre todo de los sectores que más de oponen a China.

En efecto, China no se conforma con tener como aliados solo a regiones como América Latina o África, sino está demostrando que busca llevarse bien con todos, y tiene los medios pasa seguir alcanzando esas metas. Por ejemplo, a pesar de las criticas provenientes de Francia hacia Italia en relación a su adhesión a la ´Ruta de la Seda´; el primero está comercializando la venta de aviones y otros productos franceses relacionados hacia país asiático; por tanto, cabe la posibilidad que esta sea una estrategia de ofrecer sus recursos a Francia seguir ganado aliados en el continente europeo.

El Perú aun no forma parte de la ‘Ruta de la Seda’ a diferencia de otros vecinos que ya firmaron su adhesión a este proyecto como Chile y Panamá. Por tanto, existe la posibilidad de negociar mayores beneficios a favor de la economía peruana para esta adhesión, siguiendo las recientes evidencias expuestas sobre en Francia. Pero, para esto se requiere que nuestro estado peruano y autoridades posean un poder de negociación suficiente para comerciar con China.

 

*PhD (c) en Economia, University of International Business and Economics. Beijing, China
Master en Estudios Asiaticos, especialidad en China, National Chengchi University, Taiwan
Licenciado en Economia, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima