El submarino Belgorod, fue lanzado el martes desde la planta de Sevmash en el noroeste de Rusia, mientras el presidente ruso Vladimir Putin observaba a través de una teleconferencia.

 

Belgorod Rusia

 

Esta nave se terminará de construir en el mar y es capaz de llevar la última superarma de Moscú: aviones no tripulados con armas nucleares llamado Poseidón, un arma del día del juicio final que, según Rusia, son capaces de causar tsunamis

Mikhail Budnichenko, director del astillero, dijo durante la ceremonia de lanzamiento que “los constructores navales de la empresa cumplirán todas las tareas de construcción de buques dentro del plazo establecido y con alta calidad”.

El submarino se terminará mientras flote y TASS citó a una fuente de defensa que dijo que el reactor nuclear se probará a fines de este año, con pruebas en el mar programadas para 2020 y despliegue para fines de ese año.

Putin mencionó por primera vez el avión no tripulado de propulsión nuclear entre una serie de otras armas nuevas en un discurso sobre el estado de la nación el año pasado, y dijo que harían inútiles los sistemas de defensa de misiles de los Estados Unidos.

Los drones están construidos en una forma similar a los torpedos, pero son mucho más grandes que las armas convencionales, miden hasta 79 pies de largo, por lo que necesitan ser transportados por submarinos especialmente diseñados.

Una vez lanzada, el arma se puede controlar de forma remota para evitar las defensas y tiene un alcance teóricamente ilimitado gracias a su motor de reactor nuclear.

Los informes sobre su velocidad han variado, por lo que es tan bajo como 70 mph y tan alto como 124 mph, por lo que es muy difícil detenerse.

Mientras que las especificaciones de Poseidón no son claras, pero sobre este el avión no tripulado, el Pentágono ha dicho que cree que las armas son reales.

Reportarán directamente a Putin

Putin está muy interesado en el proyecto Poseidón y la tripulación del Belgorod le reportará directamente a él, en lugar de a los comandantes de la Marina, lo que lo convierte en una base de servicios secretos bajo el agua, asegura el Daily Mail.

Las armas también podrían actuar como vehículos subacuáticos no tripulados (UUV), capaces de operar millas debajo de las olas para mapear el fondo del océano usando un sistema de imágenes de sonar conocido como exploración lateral.

Sin embargo, los UUV también podrían instalarse para sabotear la energía submarina y los cables de Internet durante un conflicto.

El submarino gigante también tiene un minisubmarino de 180 pies atracado debajo de él. La nave de 25 hombres puede usarse para investigación, rescate y operaciones militares especiales.

Se espera que el Belgorod opere en el Ártico y en el Atlántico Norte, áreas donde la actividad de los submarinos rusos se ha multiplicado por diez en los últimos años.