• La ONG Sea-Watch ha entrado en la isla italiana después de permanecer 13 días varado frente a las costas
  • El ministro del Interior advierte a la capitana de las consecuencias e insta a la UE a hacerse cargo de los migrantes

inmigrantes barco sea watch 3

La ONG alemana Sea-Watch ha desafiado este miércoles el cierre de los puertos italianos a los barcos que rescatan migrantes al entrar en Lampedusa con 42 personas a bordo, una decisión que ha irritado al ministro del Interior e impulsor de la prohibición, Matteo Salvini. El político ha advertido de que "no desembarcará nadie, a menos que alguien se haga cargo inmediatamente de quienes desembarcan" para hacerlos llegar a Países Bajos, Alemania o Bruselas.

La capitana del barco Sea-Watch 3, Carola Rackete, ha anunciado a mediodía que atracaba en Lampedusa por la situación "al límite" que vivía la embarcación tras permanecer 13 días frente a la costa de la isla italiana esperando un permiso que no ha llegado, ni que tampoco ha sido respaldado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. La ONG rescató a 53 migrantes, de los que 11 tuvieron que ser evacuados por motivos médicos. Los que quedan en el barco están hacinados y amenazan con no comer o lanzarse al agua, según ha denunciado Rackete.

Salvini ha insistido en la responsabilidad de Países Bajos, país del que porta bandera el Sea-Watch 3, y Alemania, donde se fundó la ONG; por lo que ha criticado a los dos países. "Es la enésima demostración de que la UE en términos de inmigración no existe".  

En un mensaje en directo a sus seguidores en Facebook, el también viceprimer ministro italiano ha reprochado a Bruselas que le exija reducir el gasto y amenace con abrir un proceso de infracción mientras a su país, dice, se le deja "solo" en la lucha contra la inmigración.

Advierte a la capitana de que "pagará las consecuencias"

Salvini también ha enviado un mensaje a la capitana, a quien ha advertido de que "pagará las consecuencias" y deberá responder ante la legislación italiana, que contempla la detención de los comandantes de los barcos de rescate que lleven a migrantes a puertos italianos y una multa de hasta 50.000 euros. "Si alguien infringe la ley pagará las consecuencias hasta el final", ha insistido repetidamente. Además, ha asegurado de que no dudará en enviar a las Fuerzas de Seguridad si es necesario para impedir que las personas pisen suelo Italiano.

Salvini ha insistido en que "Italia no está dispuesta a ser puerta de entrada" para personas que, según él, "no tienen ningún derecho de entrar" y mucho menos a que sean las ONG quienes dicten quiénes llegan al país. Después se ha dirigido a sus seguidores: "Me pagáis para que defienda las fronteras de Italia", que deben ser, en su opinión "sagradas".

El ministro decidió cerrar los puertos italianos en junio de 2018, y desde entonces, varias ONG han dejado de operar en el Meditérraneo Central por las supuestas presiones de los guardacostas italianos, entre ellas la ONG española Proactiva Open Arms, cuyo barco llegó a ser requisado en el mismo año. Este mismo miércoles, su fundador, Óscar Camps, ha anunciado en Twitter que Proactiva retomará los rescates tras seis meses sin zarpar a la zona.

Con todo, a pesar del mensaje de Italia, la llegada de migrantes en situación irregular a Italia se redujo drásticamente en 2018, puesto que fue España el país con mayor número de migrantes

 

RTVE, 26.06.2019