Un mafioso retirado de sus actividades delictivas confesó que ayudó a asesinar al papa Juan Pablo I, Albino Luciani, para impedir que arremeta contra un fraude financiero millonario, a sólo 33 días de haber iniciado su papado.

 

Juan Pablo I

 

Se trata de Anthony Luciano Raimondi, de la mafia de Colombo, quien detalló los hechos contenidos en el nuevo libro de Raimondi 'When the Bullet Hits the Bone' (Cuando la bala golpea el hueso), informa el New York Post.

El mafioso dijo en una entrevista con dicno medio el fin de semana pasado, que a la edad de 28 años fue a Italia en 1978 tras ser reclutado para que perpetre el crimen su primo, el cardenal, Paul Marcinkus quien dirigía el Banco Vaticano.

Detalló que primero sedaron al Romano Pontífice con una dosis de Valium. Después le aplicaron una dosis mortal de cianuro para que no sintiera dolor.

Raimondi explicó que le encargaron memorizar los hábitos del papa y observar cómo era sedado al tomar una taza de té con Valium. La droga hizo efecto de inmediato y ―según su versión― su víctima cayó completamente inconsciente. “Sabía que eso me compraría un boleto de ida al infierno”, señaló Raimondi.

Mientras esperaba fuera de la habitación, su primo preparaba una dosis de cianuro. “Colocó el gotero en la boca del Papa y lo apretó”, antes de cerrar la puerta y alejarse de la escena del crimen.

Después de que un asistente papal se percatara de que “el Papa se estaba muriendo”, Marcinkus y otros dos cardenales implicados en la conspiración acudieron prestos con “sorpresa” como si no supieran nada. Poco después, un médico del Vaticano dictaminó que Juan Pablo I había fallecido.

El fraude

Juan Pablo I había amenazado con exponer un fraude financiero enorme dirigido por funcionarios del Vaticano estimado en 1.000 millones de dólares, según el nuevo libro. Los mafiosos supuestamente vendieron certificados falsos de acciones de grandes compañías estadounidenses a compradores ingenuos.

Por este motivo, Juan Pablo I había prometido expulsar a Marcinkus y a aproximadamente “la mitad de los cardenales y obispos en el Vaticano”, sostiene el mafioso.

Poco después, su sucesor Juan Pablo II parecía también estar listo para tomar medidas contra los estafadores, y el hombre de la mafia fue llamado de regreso al Vaticano. Sin embargo, al ser consciente de que su vida corría peligro, el pontífice decidió no actuar, asegura Raimondi.

El confesor asegura que dejó la vida del crimen organizado, y en la actualidad lucha contra el cáncer, mientras que todos sus antiguos colaboradores fueron a prisión o murieron.

Albino Luciani (nacido en Canale d'Agordo, 17 de octubre de 1912, fallecido en el Vaticano, 28 de septiembre de 1978), fue el 263.er Papa de la Iglesia Católica y soberano de la Ciudad del Vaticano desde el 26 de agosto de 1978 hasta su muerte, ocurrida 33 días después. Su pontificado fue uno de los más breves de la historia, y en ese año hubo tres papas. Fue el primer papa nacido en el siglo XX y también el último en morir en dicho siglo. Asimismo es el último pontífice italiano hasta la fecha, y el último de una larga sucesión ininterrumpida de papas italianos a lo largo de más de cuatro siglos, iniciada con Clemente VII en 1523.

Fue declarado Siervo de Dios por su sucesor, Juan Pablo II, el 23 de noviembre de 2003, el primer paso en el camino a la santidad. El papa Francisco confirmó su virtud heroica el 8 de noviembre de 2017 y le proclamó Venerable.