Michelle BacheletMichelle Bachelet, expresidente de Chile y ahora “Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos”, ha estado avalando con su silencio cómplice las semanas de criminal represión en su propio país, pese a que conoce el entramado de poder y las Fuerzas Armadas mejor que la mayoría de chilenos.

Ahora, cómodamente, para justificar su sueldo y su cargo, comenta sobre la brutal represión en Bolivia, con lo cual sólo busca distraer sobre la situación que viven sus compatriotas que buscan un cambio a las condiciones de desigualdad en su país, donde nada hizo ella por modificar el sistema. Distraer para que la atención se vaya a Bolivia y no a Chile.

“Mientras las primeras muertes se produjeron como resultado de enfrentamientos violentos entre manifestantes rivales, las más recientes parecen derivar de un uso innecesario o desproporcionado de la fuerza por parte de personal policial o militar”, dice ella.

¿Por qué opina sobre un país que conoce mucho menos que el suyo, a donde ni siquiera ha ido a verificar hechos? Su obligación moral era primero defender a la parte más vulnerable de los chilenos en estas semanas de represión.