Shinzo Abe
El primer ministro japonés alerta que cualquier escalada de tensión en oeste de Asia, en particular entre EE.UU. e Irán, afectaría la estabilidad de todo el mundo. 
 
“Cualquier confrontación militar en la región que incluye un país como Irán tendrá un impacto no solo en la paz y la estabilidad regional sino en la paz y la estabilidad del mundo entero”, así ha indicado Shinzo Abe, en una reunión mantenida este lunes con el príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman.
 
Sus comentarios se producen en medio de las tensiones entre Washington y Teherán, intensificadas tras el asesinato del comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, en un ataque ordenado por el presidente de EE.UU., Donald Trump, en Bagdad, la capital iraquí.
 
Abe, quien llegó el pasado sábado a Riad, la capital saudí, en el marco de su gira de varios días a los países ribereños del Golfo Pérsico, ha llamado a los Gobiernos de la zona a llevar a cabo intentos diplomáticos para bajar la actual tensión en esta región.
 
Aunque el primer ministro japonés ha acordado con la parte saudí mantener una cooperación para suministrar la seguridad marítima de la región, ha descartado cualquier participación de su país en la coalición naval de EE.UU. so pretexto de salvaguardar la libre navegación de buques petroleros en el Golfo Pérsico.
 
Durante su viaje al reino árabe, Abe se reunió con el rey saudí, Salman bin Abdelaziz, con quien también abordó las crecientes tensiones entre EE.UU. e Irán tras el asesinato del general Soleimani.
 
Japón ha tratado de mantenerse neutral en medio de las tensiones en el Golfo Pérsico tras la decisión del presidente Donald Trump de sacar a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán y practicar su política de máxima presión contra el país persa.
 
La visita de Abe a los países de la región tiene lugar después de que las autoridades estadounidenses, incluido Donald Trump, han lanzado amenazas bélicas contra Irán ante el temor de que el país persa se vengue por el asesinato del teniente general Soleimani.
 
En represalia del asesinato de Soleimani, la República Islámica llevó a cabo un ataque misilístico contra dos bases de EE.UU. en Irak, pero advirtió que pondrá “en marcha otros escenarios más potentes” ante cualquier nueva “estupidez” de Washington.
 
Por el temor de las venganzas por parte de Irán, el Departamento de Defensa de EE.UU. (Pentágono) aprobó el pasado 3 de enero el despliegue de 3000 a 3500 militares más en Oriente Medio, aunque unos informes indican que Washington ha retirado una parte de sus fuerzas de la región tras el reciente ataque relámpago iraní a sus bases en Irak.
 
 
Hispantv, 13.01.2020