El ministro de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, lamentó el viernes la decisión del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de transformar el monumento en una mezquita, diciendo que “la integridad de esta joya religiosa, arquitectónica e histórica, símbolo de la libertad de religión, de tolerancia y diversidad, catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, debe ser preservado”.

 

Hagia Sofia

 

El gobierno francés “deplora” las decisiones de las autoridades turcas de transformar la antigua Hagia Sofía en Estambul de un museo a una mezquita, dijo el viernes el ministro de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian.

“Francia lamenta la decisión del Consejo de Estado turco de modificar el estado del museo de Santa Sofía y el decreto del presidente Erdogan que lo coloca bajo la autoridad de la dirección de asuntos religiosos. Estas decisiones desafían uno de los actos más simbólicos de la Turquía moderna y secular”, dijo el ministro, según un comunicado.

“La integridad de esta joya religiosa, arquitectónica e histórica, símbolo de la libertad de religión, tolerancia y diversidad, catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, debe preservarse”, agregó el ministro.

Esta declaración se suma a las diversas condenas expresadas ​​en el mundo después de la decisión del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, reforzada por una decisión de justicia administrativa, de transformar este monumento, conocido mundialmente y catalogado como Patrimonio Mundial, en una mezquita. 

 

Hagia Sofia cupula interior

 

Basílica bizantina durante casi nueve siglos, el monumento se había transformado en una mezquita después de la invasión otomana de Constantinopla en 1453, hasta que el primer presidente de la República turca, Mustafa Kemal, lo transformó en un museo en 1934, para “ofrecerlo a la humanidad”.