Como era de esperarse, las declaraciones del Papa empiezan a causar divivión. Obispos de los Estados Unidos han criticado al papa Francisco por respaldar las uniones civiles entre personas del mismo sexo como, por ser un comentario “claramente contradictorio” con la enseñanza católica.
En un documental que se estrenó el miércoles, Francisco había defendido las conductas de los homosexuales y hasta propuso que deberían tener una familia con una unión civil.
“Las personas homosexuales tienen derecho a estar en una familia. Son hijos de Dios”, dijo Francisco. “No se puede echar a alguien de una familia, ni hacer que su vida sea miserable por esto. Lo que tenemos que tener es una ley de unión civil; de esa manera están cubiertos legalmente”, declaró el Papa, por lo que fue aplaudido por las organizaciones LGTB.
Cuandos era arzobispo de Buenos Aires, Francisco respaldó las uniones civiles para parejas homosexuales como alternativa a los matrimonios entre personas del mismo sexo. Pero nunca se había pronunciado públicamente a favor de las uniones civiles como Papa, y tampoco ningún pontífice antes que él lo había hecho.
El obispo J. Douglas Deshotel dijo que está esperando una transcripción oficial de los comentarios, informa el diario británico The Sun.
El obispo Thomas Tobin de Providence, Rhode Island, pidió una aclaración y dijo que los comentarios “claramente contradicen” las enseñanzas originales
“La declaración del Papa contradice claramente lo que ha sido la antigua enseñanza de la Iglesia sobre las uniones entre personas del mismo sexo”, dijo en un comunicado.
“La iglesia no puede apoyar la aceptación de relaciones objetivamente inmorales”, agregó Tobin.
Y Ed Mechmann, director de políticas públicas de la Arquidiócesis de Nueva York, dijo en una publicación de blog que el Papa simplemente “cometió un grave error”.
El obispo Deshotel de Nueva Orleans dijo que mientras se espera “una transcripción oficial”, “deseo tranquilizar a los fieles de que la declaración del Santo Padre no cambia ninguna doctrina de la Iglesia que se extraiga de la Sagrada Escritura y la Sagrada Tradición”.
"Todos los seres humanos han sido creados a imagen y semejanza de Dios y merecen dignidad y respeto. El matrimonio es un sacramento instituido por Jesucristo en el que un hombre y una mujer están unidos en un vínculo indisoluble abierto a la procreación y educación de los hijos”, señaló Deshotel.
| Obispo de Texas Joseph Strickland: “Lo que se está transmitiendo en todo el mundo es la opinión del Papa Francisco sobre esto, y creo que es confuso y muy peligroso”, y agregó que “hay fuerzas malignas a las que les encantaría destruir el Iglesia Católica”. |
“Todos los cristianos están llamados a la castidad de acuerdo con su posición en la vida. La actividad sexual fuera del matrimonio entre un hombre y una mujer es gravemente inmoral”, dijo.
Durante una entrevista el miércoles, el obispo de Texas Joseph Strickland dijo: “Lo que se está transmitiendo en todo el mundo es la opinión del Papa Francisco sobre esto, y creo que es confuso y muy peligroso”, y agregó que “hay fuerzas malignas a las que les encantaría destruir el Iglesia Católica”.
La enseñanza católica sostiene que las personas homosexuales deben ser tratadas con dignidad y respeto, pero que los actos homosexuales son "intrínsecamente desordenados".
El papa Benedicto XVI, cuando fue Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, publicó el documento con el título Consideraciones acerca de los proyectos sobre reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales, que refleja los lineamientos más actualizados de la moral católica sobre esta materia.
El documento señala que la homosexualidad es para la Iglesia inmoral, antinatural y dañina; y la Sagrada Escritura considera a los actos homosexuales graves depravaciones (Rm. 1:24-27, 1 Cor. 6:9, 1 Ti 1:10). La forma más grave es la manifestación pública de esa conducta; así, los actos homosexuales son más graves cuando suceden fuera de los límites de la intimidad y se hacen públicos.
El documento recuerda que el matrimonio ha sido fundado por el Creador para ser núcleo de fecundidad y nuevas familias (Gén. 2:24, 1:28), fue instituido como sacramento por Jesús (Ef. 5:32).
El documento, de 2003,declaró que el respeto de la iglesia por las personas homosexuales “no puede conducir de ninguna manera a la aprobación del comportamiento homosexual o al reconocimiento legal de las uniones homosexuales”.
Hacerlo, razonó el Vaticano, no solo toleraría el "comportamiento desviado", sino que crearía una equivalencia con el matrimonio, que la iglesia sostiene que es una unión indisoluble entre hombre y mujer.
La Iglesia Católica tiene un Magisterio sólido, como lo son sus enseñanzas en doctrina y moral, con base en la Biblia, por lo cual ningún sacerdote ni el Papa pueden declarar alegremente contra ello.
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