Debajo de la capa de cenizas de la potente erupción del Vesubio en el año 79, ha sido hallado un termopolio, que era una especie de restaurante popular con buena parte de sus decoraciones preservadas.

 

termopolio Pompeya

LUIGI SPINA

 

En dicho lugar se servía comida y bebida, cuyos restos esperaron 20 siglos para salir a luz. En lo que funcionaba como un mostrador había huecos donde colocaban ánforas, en total nueve, que contenían los alimentos que servían para ser llevados.

Además, se encontró un recipiente en bronce, dos frascos y una olla de cerámica, dentro del proyecto de mantenimiento y restauración de la Regio V.

Las figuras pintadas muestran una ninfa marina a caballo y otros animales, como patos, una gallina, elaborados con mucho realismo, informa la prensa italiana.

En dicha ciudad era común consumir alimentos y bebidas calientes al aire libre y los arqueólogos y expertos que trabajan en el parque arqueológico de Pompeya ya están estudiando el material para comprobar cuánto este descubrimiento puede ampliar el conocimiento sobre los hábitos alimentarios de la época romana.

El descubrimiento, “Además de ser un testimonio más de la vida cotidiana en Pompeya, las posibilidades de análisis de este termopolio son excepcionales, pues por primera vez se ha excavado todo un entorno con metodologías y tecnologías de vanguardia que están devolviendo datos inéditos”, indicó Massimo Osanna, director general del Parque Arqueológico de Pompeya.

En el termopolio se han encontrado diversos materiales de despensa y de transporte: nueve ánforas, un recipiente en bronce, dos frascos y una olla de cerámica.

En el suelo de todo el ambiente usaron el cocciopesto, un revestimiento impermeable formado por fragmentos de terracota en el que se han insertado fragmentos de mármol policromado en algunos puntos.

Los termopolios reciben su denominación del griego. Se consumían alimentos conservados en grandes dolia (tarros) incrustados en el mostrador de mampostería, eran muy habituales en el mundo romano, donde era costumbre consumir el prandium (la comida) al aire libre.

No es la primera vez que se excavan termopolios en Pompeya, pero este es el primero que conserva sus pinturas. Los primeros análisis arqueobotánicos han permitido identificar fragmentos de roble caducifolio, probablemente pertenecientes a elementos estructurales de la encimera.

En el fondo de un dolio, identificado como un recipiente de vino en la base de la botella para beber, que se encuentra en el interior, se ha identificado la presencia de habas molidas, que como aseguraba Apicius se utilizaron para modificar el sabor y el color del vino, blanqueándolo.

Además del termopolio se hallaron huesos humanos, uno de ellos encontrados dentro de un gran dolio, tal vez puestos allí por los primeros excavadores ilegales.