Centenares de británicos pforanaron la Iglesia de Todos los Santos en Horndon del Este, en el condado de Essex, Reino Unido, para realizar una fiesta clandestina de Año Nuevo, violando las restricciones sanitarias debido a la pandemia del coronavirus COVID-19 que está presentando las cifras más altas de contagios y muertes estos días.
Los desadaptados irrumpieron a la fuerza a la iglesia, colocaron equipos de sonido y la decoraron con luces, algunas de ellas con motivos sexuales grotescos y dañaron el edificio que data del siglo XV.
Se calcula los daños en unos 1,400 dólares, según informa la Policía, citada por la prensa local.
La autoridad policial fue recibida con amenazas y objetos contundentes lanzados por los salvajes, pero los agentes logararon detener a tres personas acusadas de desorden público y consumo de drogas y decomisaron los equipos, según informa la Policía de Essex.
El condad de Essex es una de las zonas con mayor incidencia de coronavirus y no es el único incidente de violación de las normas para realizar fiestas, pues la Policía intervino en otros lugares y se aplicaron multas de unos 18 mil libras (24,600 dólares).
Enterados de lo sucedido, fieles lanzaron una campaña que buscaba recaudar unos 2,700 dólares para las reparaciones, pero ésta rápidamente sobrepasó las 18 mil libras unos 24,600 dólares).
