Un exsenador estadounidense admite que EE.UU. apoya a las bandas terroristas en sus complots para destruir Siria, robar sus recursos e imponer sanciones.
 
“La Administración estadounidense apoya a diversas organizaciones terroristas para destruir Siria y robar su riqueza e imponer sanciones para privar a su población de las necesidades básicas de la vida en una de las guerras más crueles y bárbaras”, reconoció Richard Black, exlegislador republicano por el distrito 13 del estado de Virginia (2012-2020), durante su intervención en un panel informativo de carácter internacional sobre la crisis siria.
 
 

al nusra

 

 
En un discurso ofrecido recientemente en la Conferencia Internacional del Instituto Shiller en EE. UU. sobre “la agresión estadounidense, la guerra terrorista en Siria y el papel de Estados Unidos y la OTAN en eso”, el exsenador manifestó su indignación por la agresión norteamericana contra Siria, diciendo que es importante admitir que después de 10 años de guerra Occidente sigue apoyando a los terroristas a quienes detesta el pueblo sirio.
 
Black señaló que Washington no está librando una guerra contra el terrorismo como alega sino que está estrechamente aliado con los grupos terroristas como “Al-Qaeda” para implementar sus agendas políticas y destruir países que rechazan sus dictados.
 
Tras puntualizar que la Casa Blanca elaboró desde 2006 planes detallados para desestabilizar Siria, reveló que “Estados Unidos, el Reino Unido y Francia atacaron Libia en marzo de 2011, y luego EE.UU. entregó el control de un aeropuerto libio a los turcos, quienes lo utilizaron para transportar armas avanzadas saqueadas de Libia para abastecer a los terroristas reclutados para luchar en Siria”.
 
En concreto, precisó que el expresidente estadounidense Barack Obama preparó el terreno del apoyo a largo plazo de EE.UU. ofrecido a los terroristas en 2013 al autorizar en secreto a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) a entrenar, armar y pagar cantidades millonarias a miles de extremistas para luchar contra el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad.
 
“Estos ejércitos terroristas estaban completamente bajo nuestro control”, expresó, para luego agregar que los traficantes de armas estadounidenses se están obteniendo un enorme rédito económico de los lucrativos acuerdos como los misiles antitanque que la CIA suministró a organizaciones terroristas para su uso contra poblaciones civiles en las ciudades y pueblos de Siria.
 
 
En otra parte de su intervención, el que también fuera miembro de la Cámara de Representantes por el distrito 32 del estado de Virginia (1998-2006) se refirió a la intensa campaña de propaganda de “falsos positivos” lanzada por EE.UU. y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra el Ejército de Siria buscando culparle de unos falsos ataques con armas químicas sobre poblaciones sirias con objetivo de crear un pretexto para justificar sus agresiones al país árabe.
 
Es más, mencionó que en 2018, el entonces secretario de Defensa de EE.UU. James Mattis llegó a admitir que Estados Unidos no tenía pruebas que corroboraran dichas acusaciones vertidas contra las fuerzas gubernamentales de Siria.  
 
Además, reconoció que “en 2015, las fuerzas estadounidenses invadieron ilegalmente el norte de Siria” y se apoderaron de los campos petrolíferos en ese territorio sirio. “Estados Unidos robó la riqueza de este pueblo y dejó a los sirios congelados en el invierno mientras nosotros les robamos el combustible”, sostuvo el excongresista.
 
 
Al término de su presentación, Black declaró que “el mundo debe rechazar esas guerras interminables y esta locura debe terminarse”.
 
 
Hispantv