Moscú, 14 abr (Sputnik).- El Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya está dispuesto a compartir la tecnología de purificación de su vacuna contra el coronavirus Sputnik V con otros fabricantes de fármacos anticovid para minimizar los riesgos de efectos secundarios de vacunación, incluida la formación de trombos.
 
 

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"El Centro Gamaleya está dispuesto a compartir su tecnología de purificación con otros productores de vacunas para ayudarles a minimizar el riesgo de efectos secundarios durante la vacunación", dice el comunicado publicado en el sitio web del fármaco Sputnik V.
 
El Centro ruso destacó que "un análisis comprensivo de los efectos adversos (detectados) durante las pruebas clínicas y en el curso de las campañas de inmunización masivas con Sputnik V mostraron que no ha habido casos de trombosis de senos venosos durales".
 
La nota destaca que "la calidad y la seguridad de Sputnik V se garantiza con, entre otras cosas, una tecnología de purificación de cuatro etapas, que incluye dos etapas de purificación cromatográfica y dos etapas de filtración de flujo tangencial".
 
"La tecnología de purificación ayuda a obtener un producto altamente purificado que también se somete a un control obligatorio que incluye el análisis de la presencia de ADN libre", señala el texto.
 
Se agrega que, según el estudio publicado el 9 de abril de 2021 en la revista The New England Journal of Medicine, una purificación insuficiente de las vacunas, que conlleva la aparición de gran cantidad de ADN libre, podría provocar casos de trombosis.
 
"La purificación insuficiente o el uso de dosis muy altas de ADN/ARN diana puede resultar en una interacción adversa de los anticuerpos de un paciente, que activan los trombocitos con elementos de la propia vacuna, incluido el ADN libre", señala la nota.
 
El texto precisa que las vacunas basadas en adenovirus tienen diferencias significativas en su estructura y tecnología de producción, y por lo tanto no hay razón ni justificación para "extrapolar los datos de seguridad de una vacuna a los datos de seguridad de otras".
 
El 11 de agosto de 2020 Rusia registró su primera vacuna contra el covid-19, Sputnik V, desarrollada por el Centro Gamaleya en cooperación con el Fondo Ruso de Inversión Directa .
 
En febrero pasado la revista científica británica The Lancet publicó los resultados de la tercera fase del ensayo clínico de la vacuna rusa que confirmaron su seguridad y eficacia del 91,6 por ciento.
 
El martes la Administración de Drogas y Alimentos de EEUU y el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades recomendaron suspender temporalmente "por razones de precaución" la vacunación contra el coronavirus con el fármaco de Johnson & Johnson.
 
Una situación parecida se produjo con la vacuna de AstraZeneca. El pasado 7 de abril la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) declararon que la relación de causalidad que tienen el fármaco y la formación de trombos en la sangre de personas vacunadas es plausible pero no está confirmada. (Sputnik)